Esta afirmación es el epítome de la inmadurez y sólo los niños pequeños deberían decirla, sinceramente.
Demuestra tu falta de compasión y respeto hacia tu pareja y le hace parecer y sentirse estúpido. Y ésa nunca debería ser su intención.
Evita decir esto, ya que nunca podría salir nada positivo de ello, sino que el resentimiento podría significar pronto el fin de vuestra relación.
La empatía y la compasión son el camino a seguir.