Un introvertido extrovertido es algo entre extrovertido e introvertido. En definitiva, este tipo de personas son especies en peligro de extinción, pero merece la pena conocerlas.
Si tienes la oportunidad de salir con una persona así o incluso enamorarse con ellos, hay algunas cosas que debes saber.
Tenemos buena energía con gente positiva
Cuando conocemos a alguien por primera vez es muy difícil desarrollar algún tipo de buen rollo.
La pega es que nos sentimos un poco nerviosos porque queremos gustar a los demás pero no sabemos muy bien qué decir en ese momento. Por eso nuestra energía depende de la gente que nos rodea.
Si ya los conocemos y nos sentimos cómodos, podemos ser el alma de la fiesta. En cambio, si conocemos a alguien que no nos gusta (por alguna razón), nos encerraremos en nosotros mismos.
Tenemos diálogos interiores
Esto es lo que pasa: cuando conocemos a alguien nuevo, pensamos constantemente en esa persona e intentamos encontrar cosas en común de las que podamos hablar. Por eso tenemos diálogos internos sobre las personas de nuestra vida.
Sólo intentamos mantener una conversación normal, así que nos pasamos horas preguntándonos si debemos decir algo o si tal vez sonará incómodo. Así somos y, aunque queramos cambiar, por desgracia no podemos.
Necesitamos tiempo a solas
No digo que odiemos a la gente, pero hay un momento del día en el que queremos estar solos para recargar pilas. Es nuestra manera de sacudirnos el estrés y pensar en nuestras vidas.
Para todo introvertido extrovertido, esa parte del día será la más productiva porque por fin se dará cuenta de que las cosas no están tan mal como pensaba.
Es como ese momento en el que se te enciende una bombilla en la cabeza y por fin te das cuenta de que los problemas ya no te importan una mierda.
Necesitamos tiempo para relajarnos
Sé que hay gente que puede encajar en cualquier tipo de compañía, pero nosotros tendemos a ser diferentes. Si fuéramos a una barbacoa en casa de un amigo y allí conociéramos a gente nueva, tardaríamos algún tiempo en relajarnos y entablar conversación.
En ese periodo de silencio pensaremos en cosas interesantes que podríamos decir para que a los demás les resulte divertido hablar con nosotros. Sé que esto parece complicado pero en realidad no lo es, simplemente es nuestra vida y ya lo hemos aceptado.
La gente dice que somos encantadores
Somos tan encantadores que la gente suele confundirnos con extrovertidos. No saben que nos cuesta muchísimo relajarnos y decir algo que tenga sentido.
Estamos constantemente librando batallas internas y queremos ser más abiertos, pero a veces no conseguimos llegar a donde queremos.
Pero las sonrisas en nuestras caras son algunas de las cosas que atraen a tanta gente hacia nosotros y puedo decir que es nuestra arma secreta.
A veces no queremos hablar
Pero eso no significa que no te escuchemos. A lo mejor hemos tenido un mal día en el trabajo y no nos apetece nada hablar.
Sólo queremos estar solos y ordenar nuestros pensamientos. Cuando por fin nos reencontremos, volveremos a ser los mismos de siempre: personas divertidas y alegres con el corazón más grande que jamás hayas visto.
Si nos gustas, lo sabrás
Hay ese brillo especial en nuestros ojos cuando miramos a alguien que nos gusta de verdad. Si nos gustas, te sonreiremos todo el tiempo y te haremos preguntas.
En cambio, si estamos callados, ni te molestes en hablarnos, porque lo único que conseguirás será: ¡háblale a la mano!
Podemos ver lo que otros no ven
Es muy difícil ver que alguien no está bien entre una multitud de gente. Pero para un introvertido extrovertido, eso es pan comido.
Siempre reconocerán esa pena en tus ojos o ese repliegue sobre ti mismo cuando la gente habla de algo que les ha dolido.
Es como si tuviéramos una especie de sexto sentido, casi como el instinto de una madre preocupada por su hijo. Cosas así nos hacen realmente especiales.
A veces evitamos comunicarnos por teléfono
Si estamos concentrados en algo, evitaremos cualquier comunicación, aunque nos llamen nuestros amigos. Simplemente queremos dedicarnos a lo que estamos haciendo en ese momento y no queremos que nadie nos interrumpa.
Cuando terminemos lo que estamos haciendo, encontraremos algo de tiempo para nuestros amigos o familiares y compensaremos ese tiempo en el que no estuvimos disponibles.
Si mientes, lo sabremos
No intentes engañarnos porque te pillaremos. Tenemos la capacidad de ver hasta el más mínimo detalle en tu forma de hablar o de comportarte.
A veces eso es bueno, pero otras nos preguntamos por qué tenemos que saberlo y verlo todo.
Algunas cosas es mejor no verlas ni saberlas, sobre todo las malas. Pero, así somos, ¡así que tómalo o déjalo!
Véase también: Por eso es tan GENIAL salir con una chica introvertida