Otra señal obvia de que un chico está jugando contigo (que muchas chicas tristemente pasan por alto) es el hecho de que tengas que suplicar por el amor y la atención de este hombre.
Es un hecho que sentirse como su segunda opción y que nunca te dio el lugar que mereces en su vida.
Para alguien como él, todo y todos son más importantes que tú.
Siempre está demasiado ocupado verte y no le importa dejarte plantado cuando le llama otra persona para quedar.
No es contigo con quien alguna vez planeará unas vacaciones juntos (ni siquiera una escapada de fin de semana), no es a ti a quien correrá a ayudar cuando tengas problemas y no es por ti por quien cancelará planes.
No eres la primera a la que contesta los mensajes de texto ni la primera a la que llama por teléfono.
De hecho, eres el último recurso de este tipo, un red de seguridady las únicas veces que te llama es cuando te necesita.
Tú eres la que siempre le esperará y la que ha pasado numerosas noches con el teléfono en la mano, esperando hasta el último minuto que venga como prometió.
Es como si sintiera que no vas a ninguna parte, haga lo que haga y como si no tuviera que poner el mínimo esfuerzo en mantenerte alrededor.
Es a ti a quien llama cuando no tiene nada mejor que hacer y cuando todos los demás le dan plantón en el último momento.
No eres su prioridad y nunca llegarás a serlo. En lugar de eso, solo eres una chica que sigue esperando a que aparezca como si nada.