A veces no es importante lo que decimos, sino cómo lo decimos. Intenta concentrarte en tu voz cuando le hables.
No estoy diciendo que debas hablar como una estrella del porno o decirle lo guapo y sexy que es cada minuto, pero cambiar un poco tu voz puede marcar una gran diferencia.
Vamos, ¿qué es lo peor que puede pasar? Intenta sonar diferente al menos una vez.
Tal vez no te sientas cómodo haciéndolo, pero quizá sea lo mejor que te pueda pasar.
Sólo tienes que seguir adelante y recordar el dicho: "el que se atreve, gana".