Si dice algo que te molesta o si hiere tus sentimientos voluntariamente y no se lo haces saber, pensará que eres demasiado tolerante y sabrá que puede hacer lo que quiera contigo.
Y entonces es cuando le pierdes el respeto.
Pon siempre límites y cíñete a ellos. No toleres sus gilipolleces sólo porque te gusta y quieres ser lo mejor para él.