Cambia su aspecto por un chico; cambia su forma de hablar, sus intereses y puede que incluso su forma de andar.
Llegar a extremos para retener a un tipo es la máxima señal de estar desesperado por retenerlo.
Siempre es mejor ser quien realmente eres que cambiar drásticamente las cosas sólo por miedo a ser juzgado por ser tu yo genuino y acabar perdiendo a un chico.