Siempre se oyen advertencias sobre cómo salir con un tipo tóxico puede dañar tu autoestima, pero eso no es todo lo que puede hacer.
Sin saberlo, te conviertes en otra persona. Cuando sales con un chico de ese tipo, sus patrones de comportamiento pueden contagiarte y, te guste o no, puedes imitar su comportamiento sin darte cuenta.
Lo sé porque me ha pasado a mí.. Yo era una persona totalmente diferente antes de empezar a salir con un tipo tóxico.
Yo era amable, agradecida y siempre estaba ahí para mis amigos, pero con el tiempo empecé a darme cuenta de lo mucho que su comportamiento había afectado al mío y de lo mucho que yo había cambiado a peor.
Realmente no me gustaba la persona en la que me había convertido, y en cuanto empecé a ser consciente de ello, hice algunos cambios en mi vida, después de romper con él.
Estas son todas las formas en las que salir con un hombre tóxico me cambió para peor, esperando que no dejes que te pase a ti.
1. Me hizo sentir inseguro
Como si tener bajo autoestima no era suficientemente malo, me hizo sentir tan insegura de mí misma. Es la peor sensación cuando no puedes confiar en ti mismo.
Y la única razón para ello fue la flujo constante de mentiras que me daba a diario. Me hizo cuestionar mi sano juicio, y de hecho pensé que me estaba volviendo loca por un tiempo.
2. Me puse muy ansioso
Era una locura. Nunca estaba segura de nada y siempre esperaba que cayera el otro zapato. Eso se debía a su excesivo mal humor y al hecho de que me dejara tirada MUCHAS veces.
Incluso en las citas nocturnas, siempre me quedaba la duda de si se presentaría o me dejaría plantada, cosa que hacía a menudo, ya que ni siquiera tenía la cortesía de decirme que no iba a venir.
Estaba muy ansiosa y no tenía tranquilidad, ever.
3. Me volví egoísta
Esto era lo que más odiaba. Él era el egoísta, pero yo de alguna manera caía en sus patrones y no estaba allí cuando mis amigos me necesitaban.
Siempre me aseguraba de estar ahí para él, y el resultado fue que descuidé por completo a mis amigos y a otras personas a las que tanto aprecio.
Siempre me quejaba de lo cansada, frustrada y desatendida que me sentía, de modo que me olvidaba de darles la oportunidad de desahogarse conmigo.
Los hombres tóxicos pueden ser TAN necesitados, y supongo que a mí también se me pegó. Me olvidé de ser una buena amiga, pero por suerte, entré en razón.
4. Perdí el foco de las cosas que me importaban
Cuando estás en una relación con un hombre tóxico, toda tu atención se centra en él y en satisfacer todas sus necesidades, asegurándote de que está cubierto de todas las formas posibles.
Siempre quedé en segundo lugar. Las cosas que me encantaban hacer antes de conocerle quedaron relegadas a un segundo plano. Mi VIDA pasó a ser de baja prioridad.
Perdí la pista de cosas que eran importantes para mí, debido a su egoísmo y egocentrismo. Nunca dejes que eso te pase a ti. Aprender de mis errores.
5. Me enfermó físicamente
Estaba tan estresada en todo momento que empezó a pasar factura en mi salud física. Nunca había estado enfermo.
Rara vez había tenido problemas de salud, así que cuando empecé a tener dolores de cabeza inexplicables, dolores de estómago y a sentirme mareada sin motivo aparente -todo ello mientras salía con mi novio tóxico- todo empezó a tener sentido.
Mi salud mental se resintió tanto por estar expuesta a sus gilipolleces a diario que empezó a reflejarse en mi salud física. Ya no lo aguantaba más, y ese tipo salió de mi vida en cuanto empecé a darme cuenta de estas cosas.
En serio, él no merecía ninguna de estas penurias, y si pudiera volver atrás en el tiempo, elegiría no haberle conocido nunca.
Nada bueno podría haber salido de salir con su lamentable culo y gracias a Dios entré en razón. Ahora me siento más preparada para salir con un tío normal, y mentalmente, nunca he estado mejor.
Estoy prosperando y tengo tolerancia cero con los tíos tóxicos que puedan cruzarse en mi camino. Por fin he terminado con eso.
No merece la pena perderse por nada ni por nadie.