Valoran su capacidad para tenerlo todo bajo control. Y si la soledad es el precio a pagar, sellarán el trato.
Eligen a estos hombres porque saben que no se implicarán emocionalmente y que no cuestionarán sus capacidades ni su autoridad.
No hay nada peor para una mujer fuerte que comprometerse, dejar que su pareja vea su lado vulnerable y la toma de decisiones mutuas.
Sólo confían en sí mismas. Así que la elección ideal para una relación es un hombre que no se involucre demasiado. Porque no le importa.
A veces, el corazón toma sus propias decisiones y su mente se abruma con preguntas como: "¿Y si me hace daño?", "¿Y si le dejo que me quiera y no sabe cómo?", "¿Y si intenta manipularme?".
Se cuestionarán a sí mismos, pero al final nunca se rendirán. Nunca van a permitir que nadie ponga en peligro su libertad o su independencia.
En el fondo, tienen miedo de perder lo que tanto tiempo les ha costado construir. Es por eso que las mujeres eligen hombres emocionalmente inaccesibles. Porque así lo eligen.