Ahora hasta su teléfono te da la tabarra. Si no has oído ni pío de su teléfono, no es porque no reciba notificaciones.
Por supuesto, no querrías que tu teléfono te molestara cuando estás teniendo una cena romántica, pero ¿siempre? Chica, esto no está bien.
Nada grita más una bandera roja que el teléfono siempre en silencio con la pantalla hacia abajo. Envía un mensaje alto y claro: ¡no te tapes los oídos!