Aferrarte al pasado no te llevará a ninguna parte y esto es de lo que esta chica se dio cuenta a tiempo.
Aprendió a desprenderse de todo y de todos los que la deprimían.
Dejar ir nunca es fácil, pero aprendió que tenía que dejar de vivir en el pasado y que tenía que seguir adelante y ser lo bastante valiente para dar un salto hacia el futuro.
Aprendió que la única forma de seguir adelante es dejar ir de verdad.