¿Alguna vez le han roto el corazón? Si es así, sabrá que el desamor es uno de los sentimientos más devastadores que se pueden experimentar.
Y cuando ocurre, todo el mundo te dice que la tristeza y el dolor iniciales desaparecen con el tiempo. Y tienen razón.
Pero lo que nadie te dice es que el corazón hecho pedazos siempre deja cicatrices emocionales inborrables en todo tu ser. Nadie te dice que cada uno de tus desamores te cambia para siempre.
Aunque cada mujer herida emocionalmente lidia con su dolor de manera diferente, hay algunas cosas con las que definitivamente te sentirás identificada si alguna vez te han roto el corazón y aquí hay 7 de ellas.
1. Has perdido la fe en el amor
Si te han hecho daño demasiadas veces en el pasado, es natural que dejes de creer en el amor verdadero y que pienses que no es más que un cuento de hadas.
Simplemente has perdido toda esperanza de que algún día conozcas a un chico que te demuestre que no todos los hombres son iguales.
Después de todos esos desengaños, has empezado a pensar en el amor como algo con fecha de caducidad. Has perdido la esperanza de que algún día encontrarás a un hombre con el que querrás pasar el resto de tu vida y que encontrarás a un hombre que te amará, pase lo que pase.
2. Te niegas a llegar a un acuerdo
Algunos podrían pensar que todo el dolor emocional por el que has pasado ha hecho que te vuelvas demasiado exigente cuando se trata de hombres, pero la verdad es que simplemente te niegas a conformarte.
No piensas perder más años de tu vida con chicos que claramente no te merecen o con alguien con quien no te ves.
Ahora sabes lo que quieres y nunca te conformarás con menos.
3. Abrazó su vida de soltero
Otra cosa que te han aportado los desengaños amorosos es la capacidad de abrazar por completo la soltería. No es que te hayas vuelto egoísta, es que has aprendido a ponerte a ti mismo en primer lugar y a disfrutar de cada momento de intimidad.
Has aprendido que eres la única que puede hacerte feliz y que no necesitas a un hombre para ello. Así que has decidido permanecer soltera hasta que aparezca el hombre adecuado.
4. No dejas entrar a la gente
Cuando te han roto el corazón en el pasado, es natural que pierdas la confianza en las personas.
Es natural que sientas la necesidad de proteger tu corazón y la única forma de hacerlo es ponerte en guardia y construir gruesos y altos muros emocionales a tu alrededor.
Después de todo lo que has pasado, asumes que todo el que entra en tu vida sólo tiene la intención de hacerte daño. Así que te has vuelto emocionalmente inaccesible y te niegas a dar a la gente la oportunidad de volver a romperte el corazón.
5. Sólo confías en ti mismo
Una de las cosas que más duele de todo desamor es el hecho de que la persona a la que más querías te haya traicionado. Y esto es algo por lo que no quieres volver a pasar nunca.
Por eso has decidido inconscientemente no esperar que nadie te cubra las espaldas. Te has vuelto autosuficiente y te has dado cuenta de que eres la única persona en la que puedes confiar porque es la única manera de salvarte de otras decepciones.
6. La gente te ha llamado cínico
¿Has oído alguna vez comentarios sobre ti diciendo que te has vuelto demasiado cínico, sobre todo en lo que se refiere al amor?
Bueno, si lo has hecho, esto ha ocurrido debido a tus desamores y porque no puedes obligarte a creer que los demás están enamorados.
Es simple: has experimentado mucho dolor emocional y una de las formas de lidiar con él fue a través de comportamientos y comentarios cínicos y sarcásticos sobre tu propia vida y las situaciones amorosas de los demás.
El cinismo se ha convertido en tu mecanismo de defensa.
7. Te has vuelto insensible
Cuando pasas por un infierno emocional, aprendes a vivir con la tristeza y se convierte en parte de ti. Llevas este dolor a todas partes y, con el tiempo, te acostumbras a él.
Con el tiempo, dejas de ser consciente de lo que sientes y te insensibilizas. Cuando estás roto, ya casi nada puede afectarte.
Aprendes a ignorar todos tus sentimientos, incluidos la tristeza y la felicidad, porque se ha convertido en la única forma que tienes de lidiar con todo el dolor que, de otro modo, te consumiría.