Cuando las cosas parecen demasiado buenas para ser verdad, es porque suelen serlo.
Si conoces a un chico que está dispuesto a comprometerse, te dice que te quiere y quiere que conozcas a su familia sólo después de unas pocas citas, es algo que, en la mayoría de los casos, es señal de peligro.
En una relación sana, las cosas tardan en desarrollarse. Progresan lentamente, paso a paso: conociéndose a un nivel más profundo, conectando, compartiendo, superando obstáculos, etcétera.
Si tu pareja quiere saltarse todo esto, deberías intentar frenarle. Si no puede, sin duda es algo de lo que preocuparse.