Cuando le dices a alguien que tienes una relación sin discusiones, todo el mundo podría envidiarte.
Pero todas las parejas sanas tienen que llegar a una situación en la que tengan un problema que resolver o en la que no estén de acuerdo en algo.
Pero incluso cuando eso ocurre en tu relación, parece que tu pareja nunca está interesada en resolver tus problemas o en hablar de tus asuntos.
Es como si nunca le importara llegar al fondo de las cosas y como si el resultado de vuestra relación no le preocupara.
Aunque al principio pensabas que era algo estupendo, con el tiempo te has dado cuenta de que simplemente no le interesa ocuparse de tus problemas y que no está interesado en que vuestra relación mejore.