Cuando alguien te gusta, no puedes evitar sonreír al verlo. Eso es exactamente lo que ocurre con este tipo: le alegras el día, y tu presencia provoca esa sonrisa tan mona en su cara.
En cuanto entras en la habitación, su expresión facial cambia. Tienes la habilidad de mejorar su estado de ánimo, pase lo que pase.