Una mujer que sabe cómo enamorar a un hombre no se esfuerza por demostrarle que es digna de estar con él.
En lugar de eso, le deja que le demuestre su valía.
Y lo hace sin demostrar que está loca por él, incluso cuando aún no ha hecho nada para ganarse su afecto.
Le da tiempo para que le demuestre que es digno y durante ese tiempo, es paciente.
Las mujeres que saben cómo hacer que los hombres se vuelvan locos por ellas no se sientan junto a su teléfono a esperar a que las llamen, no les ruegan que les devuelvan los mensajes y no se molestan en pensar demasiado en nada de esto.
En lugar de eso, se ocupan de otras cosas y, si llaman y contestan a los mensajes, actúan en consecuencia.
Siempre dejan que los hombres demuestren que son dignos porque el concepto de cortejo funciona según el principio de perseguir y demostrar que eres digno (y lo único que tienes que hacer es esperar y dejar que suceda).