A la Generación Z se le ocurrió un término perfecto para describir esto... fantasma. Actúa como un fantasma invisible y cada vez que ve tu mensaje se queda ciego de repente.
Su teléfono siempre está en sus manos y lo ves tecleando todo el tiempo, pero no responde tan rápido cuando se trata de ti. Sí, esta es bastante obvia.