No querrás a nadie más. Jamás. Otra vez.
Cuando lo veas, sabrás que es el hombre que has estado esperando toda tu vida. Cuando lo toques, sabrás que ese es el toque que quieres sentir el resto de tu vida.
Sabrás que es el amor que estabas esperando.
Te prestará atención y escuchará atentamente todo lo que tengas que decirle. No fingirá interés porque no le interesa una relación falsa.
Se producirá una conexión inexplicable entre los dos, y pasaréis horas y horas juntos hablando, riendo y conociéndoos, y no tendréis suficiente con ello.
Tus defectos y tus rarezas serán esas pequeñas cosas raras que le encantan de ti. No intentará cambiarlas ni hacer que desaparezcan.
Te querrá aún más por ellos. Te amará aún más porque eres único. Eres único.
Se enamorará de tu inteligencia, de tu hermosa alma y de la persona que eres.
Ese es el verdadero amor. Nunca juzga. Simplemente es.
Verás lo respetuoso y amable que es. Lo verás cuando veas cómo actúa y lo oirás cuando le escuches hablar. Nunca hará nada que te falte al respeto, ni a ti ni a nadie.
Os iréis conociendo poco a poco y disfrutaréis de vuestra mutua compañía. Enviarle mensajes y llamarle se convertirá en algo habitual en tu día a día.
Y cuando no tengas noticias suyas, sentirás que te falta algo. Te sentirás vacío.
No, no es sólo uno de esos días. Es el hecho de que está creciendo en ti. Probablemente aún no le ames, pero vas camino del país del amor.
Nunca has conocido a un hombre que haya escuchado cada palabra que has dicho, asimilándolo todo con atención. Nunca has conocido a un hombre al que le apasionen las cosas que a ti te apasionan.
No está intentando acercarse a ti fingiendo interés. Sólo está siendo sincero. Está siendo él mismo.
Entonces, os haréis amigos. Le aceptarás plenamente en tu vida y, a partir de ese momento, no podrás imaginar tu vida sin él en ella.
Estará a tu lado cuando te sientas mal. Te echará una mano cuando lo necesites.
Poco a poco, empezará a elegirte a ti antes que a sí mismo. Lentamente, empezará a hacer de ti una prioridad.
Eso no ocurrirá a propósito. Probablemente ni siquiera es consciente de lo que está haciendo. No es consciente de que se está enamorando del amor de su vida.
Estará a tu lado cuando sufras para ayudarte a sanar. Será un verdadero amigo antes de convertirse en el verdadero amor de tu vida.
Incluso os acercaréis más el uno al otro. Pasaréis a otro nivel de amistad, el nivel que representa la delgada línea que separa el amor entre amigos del amor para el resto de vuestras vidas.
Intentará hacerte mejor persona. Él estará allí para borrar todas tus inseguridades.
Te conocerá como la palma de su mano. Sabrá cómo piensas y lo que vas a hacer.
En algún momento, te darás cuenta de que le quieres. Pero, no sólo te enamoraste de le ese momento.
Te darás cuenta de que le quieres desde hace mucho tiempo, pero necesitabas dejar que las cosas siguieran su curso natural.
Necesitabas dejar que ese amor se convirtiera en algo más grande, en algo invencible. Ahora que ha llegado el momento, te has dado cuenta de que le quieres más que a nada.
Te has dado cuenta de que no quieres vivir sin esa persona en tu vida.
Será sincero contigo y te dirá lo que tienes que cambiar para ser mejor persona, pero nunca te engañará para que cambies ni te manipulará para que pienses lo que él quiere que pienses.
Te quiere y te respeta demasiado como para hacer eso.
Te ayudará a crecer porque, a partir de ese momento, estáis juntos. Sois un todo, y si tú creces para ser mejor, él también lo hará.
Él te desafiará, y tú le desafiarás a él. Tu éxito también será el suyo. Estará orgulloso de ti y hará saber a todo el mundo la mujer que tiene a su lado.
Admitirá cada vez que se equivoque y le perdonará cuando cometa un error porque sabe que nadie es perfecto. Sabe que todo el mundo tiene algún desliz de vez en cuando.
Lo importante es que tengas a alguien a tu lado que te coja o te ayude a levantarte.
Cuando veas lo que es el verdadero amor, sabrás que valió la pena esperar. Sabrás que todos esos desamores y lágrimas que has derramado no han sido en vano.
Sabrás que cada paso que diste y cada decisión que tomaste te llevaron a este momento. Esta vida perfecta. Este amor perfecto.
E incluso ahora, después de tanto tiempo, nunca lo des por sentado. Quiérele como le quisiste desde el primer día que os conocisteis, porque fue entonces cuando vuestro amor empezó a crecer: el primer día que vuestros ojos se cruzaron.
Agradece que lo tienes. Alégrate de haberlo encontrado. No todos lo hacemos.