Mi amigo me dijo una vez que las relaciones deben ser fáciles y que, con amor, no hace falta esforzarse mucho para transformarlo en algo impresionante.
Estoy en desacuerdo con esto a tantos niveles que ni siquiera sé si puedo contarlos.
Esta es la razón por la que los matrimonios acuden a terapia de parejapero ni siquiera un terapeuta puede darte consejos que funcionen al instante.
Las relaciones suelen ser muy duras y los terapeutas quieren que te comprometas y te dediques a un determinado objetivo que os habéis marcado juntos.
Realmente necesitas trabajar en ello.
Ese trabajo incluye la escucha comprometida, poner las necesidades de los demás por delante de las tuyas, soltar el control, practicar la vulnerabilidad, ser honesto, estar abierto al cambio e, incluso frente al miedo, estar ahí para el otro.
Puede que hayas buscado en Google "¿Las buenas relaciones requieren mucho esfuerzo?" y que todos los libros y blogs que hayas encontrado hablen de que sólo hay que esforzarse al principio y que todo es más fácil con el tiempo.
Es todo lo que la gente quiere oír. Las soluciones instantáneas son nuestra muerte.
Tienes que trabajar y esforzarte en tu relación incluso años y años después de casarte porque quieres que ellos (y tú) sean felices, ¿no?
No sólo hay que trabajar duro al principio.
Claro, conocer a alguien requiere mucho esfuerzo, porque tienes que averiguar qué quiere y necesita tu pareja en una relación.
Hay que saber hacer las preguntas adecuadas. Pero hay que seguir haciéndolas, a veces incluso durante décadas.
No me malinterpretes, nada puede funcionar si sólo hay un trabajador y un vago. En realidad no se puede "procrastinar" cuando se trata de relaciones.
¿Y si tu pareja ha hecho toneladas de esfuerzo y ha dedicado tantas lágrimas y tanto sudor a todo y tú lo único que haces es darlo por sentado?
Bueno, eso seguro que no está bien y este tipo de relaciones están condenadas al fracaso.
Por experiencia personal, he aprendido que las relaciones duraderas requieren trabajo duro Por eso voy a enumerar los problemas que pueden surgir y cómo solucionarlos (a largo plazo):
Falta de comunicación adecuada
Olvidamos que a veces las palabras son como cuchillos y olvidamos que los "comentarios" deben dirigirse a las acciones de alguien y no a su personalidad.
Por eso, tendemos a insultar a nuestra pareja y a decirle cosas muy feas, en lugar de decirle cómo nos han hecho sentir sus acciones.
Así que en lugar de "Eres un imbécil por hacer...", puedes reformularlo todo como "Me ha dolido que tú...", lo que lo hace mucho más fácil y menos doloroso.
Estrés
Si tenemos mucho trabajo que hacer tendemos a olvidarnos por completo de nuestra pareja, sobre todo cuando todos los plazos que teníamos se han vencido, pero aún así necesitas y debes querer pasar tiempo con ella, aunque sepas que no puedes.
Y ese estrés se acumula aún más. ¿La solución? Gestionar mejor el tiempo.
Hay muchas herramientas que te pueden ayudar con eso y puedes programar tiempo para tu pareja a lo largo del día.
Y en el tiempo que dediques a tu relación, tu único centro de atención será tu pareja. En nada más. Así ambos estaréis satisfechos.
Aburrimiento
Ver a una misma persona durante años y años puede hacer que te sientas muy aburrido, sobre todo si no ocurre nada nuevo y si ambos habláis de los mismos temas una y otra vez.
¿Cómo se cura el aburrimiento? Vayan juntos de aventuras. Haced algo en lo que vuestra adrenalina suba más que nunca.
Algo nuevo que ninguno de los dos haya probado antes.
Puedo garantizarte que después de algunos viajes y retos increíbles te sentirás renovado y tu relación florecerá.
Coherencia
Últimamente he luchado mucho con esto, porque llega un momento en que ya nada es divertido y sólo quieres condenarlo todo y dejarlo escapar.
Pero sé que merece la pena luchar y que hay que conquistarse a uno mismo para que todo salga bien.
La constancia puede ser dura, pero al final dará sus frutos.
Amor
Sí. El amor. Si no amas a tu pareja, ¿qué sentido tiene todo?
Tal vez empezaste la relación porque pensaste que podrían sanar la ruptura causada en tu última relación.
Pero, ¿cómo sabes (o sientes) que las quieres? Pues muy fácil: no puedes imaginar tu vida sin ellos.
Si puedes imaginarte una vida sin tu pareja, déjala marchar. No merece la pena dedicarle tiempo ni esfuerzo.
Si realmente quieres a alguien, nada te resultará demasiado difícil de hacer. Encontrarás pequeños gestos románticos que os ayudarán a crecer a los dos y seguro que seréis mejores amantes.
Sé paciente y comprensivo con los demás y nada saldrá mal.
