Ocurre a veces que confundes el mayor error de tu vida con tu persona para siempre.
Pones todas tus esperanzas y sueños en él sólo para que los pisotee.
No podías imaginar tu vida sin él en ella. Sin embargo, él tenía otros planes.
Te quitó todo lo que pudo y siguió su camino, dejándote destrozada.
¿Y cómo no ibas a estar tú cuando diste lo mejor de ti a alguien que no lo valía, a alguien que no te merecía?
Pero, ¿y si estar gravemente destrozado es lo mejor que te podía haber pasado?
Quizá nunca hubieras salido de una relación de mierda si no te hubieran obligado a dejarla.
A veces, nos volvemos tan tercos, tan persistentes en aferrarnos a algo que creemos que es amor, que al final sólo nos hace más daño.
Quizá no había otro camino. Este era el empujón que necesitabas para dejar algo que no estaba hecho para ti.
Tal vez necesitabas que te rompieran, para que tus piezas se unieran de otra manera.
Quizás necesitabas encontrarte a ti mismo primero, para que alguien correcto pudiera encontrarte a ti de verdad.
Lo que no vemos es que nuestro ex está ahí por una razón. Él fue el error que tuviste que cometer, para que pudieras aprender algo; para que pudieras ver cómo no debería ser nunca el amor.
El amor no debe ser unilateral. Tiene que ir en ambos sentidos para ser real. Todas las inversiones, sentimientos y esfuerzos deben fluir entre dos personas.
El amor no debería ser suplicó. El que quiera estar en tu vida encontrará el momento, por muy ocupado que esté.
Todo lo que no sea eso es una excusa.
El amor no debe ser frío. Debe mantenerte caliente sea cual sea la estación del año. Nunca debería privarte de todos los mimos, abrazos y besos que desees.
El amor no debe hacer oídos sordos a tus problemas.
Siempre deberías tener a alguien que esté ahí para ti, que al menos te escuche aunque no pueda ayudarte. No deberías sentirte tan sola en una relación.
El amor no debería ser una tortura. No debe hacerte llorar más a menudo de lo que te hace sonreír. No debe ser violento ni física ni emocionalmente.
El amor debe estrecharte lo suficiente como para que sientas que perteneces a otro ser humano, pero sin dejar de ser libre. Eres libre de ser tú mismo.
Agradece el error de tu vida. Te preparó para lo que está por venir. Te preparó para lo verdadero. Te preparó para el amor de tu vida.
Tu error te ha permitido reconocer al "elegido" cuando llega. Y lo reconocerás, no cabe duda.
Te brillarán los ojos porque se ha acordado de enviarte un simple mensaje que te alegrará el día.
Cuando esté agobiado por el trabajo o la vida, se tomará un minuto para llamarte porque estás en su mente pase lo que pase.
Sentirás esa paz interior que tanto buscabas porque por fin estarás con alguien que se preocupa por ti tanto como tú por él.
La conexión y la química que compartiréis será magnético. Os unirá cada vez más.
Será fácil hacer planes y pasar tiempo juntos porque él querrá verte tanto como tú a él.
Todo será recíproco, y te sentirás como flotando en las nubes. Al mismo tiempo, ese amor te mantendrá con los pies en la tierra. Te hará sentir seguro.
Sentirá que por fin ha encontrado su hogar y no tendrá ninguna duda al respecto. Por primera vez en tu vida, estarás seguro.
Todo eso será gracias al error de tu vida, el que te agotó emocionalmente, te abandonó y te rompió por completo.
Tu error te hizo recoger esas piezas y ensamblarlas en tu propio estilo único, hermoso y más fuerte-a estilo que sólo el amor de tu vida reconocerá y apreciará para la eternidad.