El amor da miedo. Dar tu corazón a alguien, esperando que no lo deje caer. Dejar entrar a alguien, esperando que no te robe todo lo que aprecias. Confiar en que alguien no te dejará.
Da mucho miedo. Y tienes razón en tener miedo. Yo también tengo miedo.
Pero el amor es también la cosa más bella que existe. Es emoción, poder. Es curación y dolor. Es placer y sufrimiento al mismo tiempo, pero maldita sea, es hermoso.
No volveríamos a amarlo si no fuera así. No tendríamos esperanza de volver a amar algún día, si no amáramos el amor mismo. Pero, ¿qué pasa cuando el pasado doloroso es más fuerte que nuestra esperanza? ¿Qué ocurre cuando tenemos demasiado miedo de enfrentarnos al amor?
Todos hemos amado a alguien que no deberíamos. Todos hemos dado nuestro corazón a las personas equivocadas, esperando que tal vez, lo aprecien. La primera vez que me rompieron el corazón, estaba muy confundida.
Estaba tan ciegamente enamorada que no podía imaginar que él pudiera simplemente marcharse. ¿Cómo podría? Me dijo que me ama. Me dijo que quería que envejeciéramos juntos.
Me dijo que soy lo mejor que le ha pasado. Y simplemente se fue. ¿Cómo pudo? Bueno, pudo, y lo hizo. Me la jugaron...pero aún esperaba que hubiera alguien que me amara.
Esperé y me rompieron el corazón unas cuantas veces más. Me magullaron y maltrataron, y ojalá pudiera decirte que después de eso me levanté y grité a mi pasado:
"Todavía creo en el amor. Sigo creyendo en mí mismo". Pero no lo hice. Me llevó bastante tiempo sólo susurrar a mí mismo: "Creo en ti, chica. Puedes volver a creer en el amor".
Ojalá pudiera decirte que es más fácil, que en el momento en que conoces a esa persona especial el amor da menos miedo. Pero no es así. Pero merece la pena.
Encontrarás a ese alguien que pondrá tu mundo patas arriba. Encontrarás a ese alguien que te hará darte cuenta de que nunca has tenido más miedo al amor que cuando estás con él.
Pero maldita sea, merece la pena. Vale la pena creer que se quedará; vale la pena creer que no te hará daño. Porque, en el fondo, sabes que se quedará pase lo que pase.
Sabes que tiene tanto miedo como tú, quizá incluso más. Pero ambos os enfrentasteis a vuestros miedos y decidisteis quedaros.
Sí. El amor da miedo. Sí, yo también tengo miedo. Pero está bien. Está bien dejar fuera a algunas personas. Está bien tomarse su tiempo para mejorar, tomarse su tiempo para dejar entrar a ciertas personas.
Está bien construir muros, porque a veces son lo único que protege nuestro corazón. Está bien huir, si no estás preparado.
No te obligues a hacer cosas con las que no te sientes cómodo. No te obligues a amar a alguien si no estás preparado. No te deprimas si todo el mundo a tu alrededor te presiona para que cedas al amor.
No eres una máquina. No puedes mejorar si la apagas y la enciendes. Necesitas tiempo, necesitas espacio. Aunque tardes años en conseguirlo, no pasa nada.
Pero créeme, un día, cuando mires atrás, verás lo lejos que has llegado. Verás lo valiente que te has vuelto, lo valiente que has sido todo este tiempo.
Y verás que el amor sigue dando miedo, por mucho que mejores. No importa lo fuerte que seas, sigue dando miedo.
Pero tú eres una mujer prodigio y nada te impide vencer ese miedo.