No me gustan los propósitos de Año Nuevo. Nunca los cumplo. Por eso voy a empezar ahora y a cumplirlos el año que viene y el siguiente, y el siguiente...
Este es ese punto de ruptura en mi vida en el que he tenido suficiente de todo y de todos, y estoy tomar las cosas en mis manos .
Adiós, mi ex tóxico. Espero no volver a verte.
Eres tú quien me ha llevado a esta autorrevelación y te estoy verdaderamente agradecido por ello.
Una mujer no puede aguantar tantos comportamientos y juegos mentales hasta que se harta.
Cruzaste todos mis límites. Pusiste a prueba mi amor y mi paciencia. Abusaste de mi buena naturaleza y de mi espíritu indulgente hasta que no pude perdonar más.
Tomaste mi amor y lo arrojaste como si fuera un juguete. Jugaste conmigo, con mis sentimientos y con mi alma.
Paro esto porque el amor no es un juego.
Mi corazón no es de barro y no se puede remendar cuando se rompe. Mi mente no es tan dura que pueda sufrir latido tras latido.
Solía amarte. Tal vez todavía te quiero. Pero me quiero más a mí misma y no voy a aguantarte más.
Estoy echando a toda la gente venenosa de mi vida.
Por desgracia, mi ex no era la única persona tóxica en mi vida. Tuve amigos que no resultaron ser amigos después de todo. Tuve amigos que hacen que mis enemigos parezcan pequeños.
Tenía amigos que me decían las palabras más dulces, sólo para clavarme un cuchillo en cuanto les daba la espalda.
Tuve personas en mi vida a las que di prioridad pero que nunca se molestaron en ponerme en su lista de prioridades.
Tenía personas de las que podía depender para todo, pero no estaban en ninguna parte cuando las necesitaba.
Había personas que me drenaban energía y me llenaban de negatividad y dudas. Tuve a esas personas en mi vida y ya no las tengo. He terminado.
Estoy expulsando mis propias maneras de autosabotearme.
Odio admitirlo, pero bebí veneno de mi propia copa. Me alimenté de inseguridades que crecían con el tiempo.
Creo que también puedo agradecérselo a las personas tóxicas de mi vida, pero es culpa mía no haberlas detenido antes.
Estoy empezando una nueva vida aquí y ahora. Estoy silenciando las voces de mi cabeza que me dicen que no puedo y las estoy convirtiendo en latas.
Miro mi reflejo en el espejo y me veo con una luz mucho más brillante.
Me encantan todas mis imperfecciones perfectas y me siento más cómoda en mi propia piel a medida que pasan los segundos. Ya no hay que esperar.
Este es mi momento. Mi día. Mi mes. Mi año.
No hay nada que no pueda hacer o lograr. Lo tengo. Estoy en camino de convertirme en la mejor versión de mí mismo y nada puede detenerme.
No son propósitos de Año Nuevo, son propósitos de vida. Y los cumplo a rajatabla.
Yo soy centrándose en mí para variar. Estoy redirigiendo toda la energía positiva hacia mí.
Estoy devolviendo el amor que solía gastar tan imprudentemente en las personas equivocadas y comenzando a amarme más y más con cada día.
Se acabó la espera. Es hora de decir, "Hola diciembre. Hola, 2025. Hola, mi nueva vida".