Seguro que alguna vez has oído decir que hay que dejar una relación cuando ésta atraviesa una mala racha.
De repente todo el mundo se siente invitado a decirte que no debes tolerar esto o aquello.
Es cierto que no debemos tolerar los malos tratos, pero a veces sólo se trata de una mala racha.
Ocurre de vez en cuando, y es una prueba para una relación.
¿Cree que su pareja quiere cambiar? ¿Te sientes infeliz con tu pareja o con las circunstancias actuales? Piense en ello.
Ninguna relación es perfecta todo el tiempo. De hecho, la vida no es perfecta en absoluto.
Por supuesto, eso significa que tú también tendrás problemas en algún momento de tu relación.
La cuestión es que has elegido a la persona con la que estás para que te ayude en los buenos y en los malos momentos.
Has elegido a alguien con quien quieres estar incluso cuando la vida se pone dura. Hay una razón para ello.
Los has elegido por lo que son, así que intenta recordar esto: la razón por la que te enamoraste de ellos en primer lugar.
Es un poco irónico olvidar o dar por sentadas a las personas que más nos importan, como solemos hacer con nuestras parejas.
A veces te decepcionan o no reaccionan como tú quieres, pero oye, son personas con sus propios miedos, esperanzas y obstáculos.
No es justo echarse la culpa unos a otros en cuanto las cosas se ponen feas.
En lugar de eso, es mejor que decidas mantener tu relación y superarlo a pesar de todo.
Si puedes hacer eso, tienes algo real. Tienes una relación real. Tienes a tu verdadero compañero de vida.
Sé que puede parecer inútil, pero si sientes amor en tu corazón, es posible reconstruir las relaciones.
Puedes cambiar las cosas que no te sirven. Podéis esforzaros juntos.
El problema más común en una relación falta de comunicación y malentendidos.
Comunicación es la base de todas las relaciones. Una relación fuerte necesita una comunicación fuerte.
Insista en comprender completamente a su pareja.
Intente comprender qué se esconde detrás de sus miedos, qué les motiva y qué quieren conseguir.
No dejes que una o dos situaciones difíciles determinen tu relación o matrimonio.
Todo es pasajero, pero amor verdadero. Eso significa que los malos tiempos pasarán pero el amor permanecerá.
Cuando ves a la persona en su peor momento, y aun así decides aceptarla, eso es amor.
Cuando una persona hace lo mismo por ti, eso es amor.
No aceptes menos. Mereces que te acepten tal como eres, con todos tus matices y colores.
Lo más importante es admitir tus propios errores y tener la paciencia de comprender los errores de tu pareja.
No hay nada más gratificante que echar la vista atrás a todos los momentos difíciles y sentir orgullo y una sensación de logro y amor por tu pareja.
Esos momentos son los que os unen aún más.
El amor necesita un trabajo constante.
Sin embargo, ese trabajo se convierte en una alegría cuando el objetivo es mutuo y cuando ambos sienten que avanzan hacia un futuro mejor.
Con el tiempo, ese trabajo se convertirá en algo que haces con gusto.
El obstáculo empezará a desvanecerse y verás cómo florece tu relación.
No renuncies al amor. Espera a que deje de llover para poder disfrutar del sol.
Las parejas que permanecen unidas en lo peor son las que saben que tienen a su mejor amigo y amante a su lado.
Saben que realmente tienen a la persona que se preocupa por ellos desde el fondo de su corazón. Nada que una pelea tonta ocasional pueda arruinar.
Todas las relaciones pasan por un infierno, pero sólo las relaciones de verdad lo superan.
Por eso más tarde son recompensados con el cielo y la dicha.
Los cuentos de hadas no existen, las relaciones de película no existen, pero tu propia historia de amor sí.
Elige que sea bueno.