Si hubiera una frase que pudiera cambiar el mundo entero y convertirlo en un lugar mejor, sería ésta: "Sé quien necesitabas cuando eras más joven".
Esta poderosa cita es mucho más que palabras convincentes. Resume todo el concepto de humanidad, empatía y trabajo en equipo.
Es cierto que todos vinimos solos a este mundo, pero no estábamos destinados a quedarnos así. Todos tenemos un propósito y estamos aquí por una razón, pero a menudo lo olvidamos.
También es cierto que vivimos en un mundo moderno y ajetreado. Trabajamos duro, pagamos facturas, estamos deseando pasar nuestro tiempo libre con nuestros amigos y familiares.
Estamos en una constante carrera contra el tiempo, pensando que estamos viviendo nuestra vida al máximo, mientras que en realidad estamos jugando a un juego llamado sobrevivir.
Non sibi soli homo vivit.
Esta es una de mis frases favoritas. Significa que un hombre no vive sólo para sí mismo.
Tardé algún tiempo en asimilar plenamente estas palabras poderosas e inspiradoras, y con los años se han hecho cada vez más fuertes y contundentes.
Estas palabras eran como una melodía que sonaba en un compartimento oculto de mi cerebro, esperando a que su letra cobrara sentido.
En efecto, todos vinimos solos a este mundo, pero no estábamos destinados a aislarnos del calor humano, las palabras amables, las relaciones significativas y la compasión.
¡Estamos destinados a ser la persona que necesitábamos cuando éramos más jóvenes!
Ahora, retrocede en el tiempo y piensa en cuando eras adolescente. ¿Cómo te sentías entonces? ¿Probablemente confundido, perdido, presionado, desafiado, incomprendido?
Sé a ciencia cierta que odiaba la autoridad y que me peleaba constantemente con mis padres, sintiendo que nadie me entendería jamás.
Ahora piensa en tu primer día de instituto o universidad.
¿Recuerdas los niveles de ansiedad antes de entrar en clase y luego darte cuenta de que no conocías a nadie y estabas completamente solo?
¿Cuántas veces has querido dar una respuesta a la pregunta de un profesor pero no lo has hecho por miedo a parecer demasiado friki entre tus compañeros o mejores amigos?
¿Cuántas veces te has sentido incómodo en un grupo de amigos o compañeros al azar porque te han ignorado en una conversación como si no existieras?
Y cuántas veces lloraste porque estabas convencido de que nadie quería salir contigo y que serías para siempre un "inadaptado" legítimo.
¿Recuerdas todas esas veces en las que lo más bonito al final del día era que por fin había terminado?
¿O cuando subías tus mejores fotos a las redes sociales con la esperanza de que alguien se fijara en ti e iniciara el contacto, porque eso significaría mucho para ti?
¿Cuántas veces alguien dijo algo a tus espaldas que hirió tus sentimientos y rompió tu confianza?
¿Recuerdas lo que se siente al llorar a lágrima viva porque alguien te ha traicionado o te di por sentado?
Bueno, al igual que tú, recuerdo muy bien esos momentos.
Recuerdo cuando la gente se reía de que llevara tacones porque era demasiado delgada, así que para ellos resultaba ridícula con tacones.
Recuerdo cuando nadie quería salir conmigo porque era un niño muy introvertido, tenía salud mental problemas, y le resultaba difícil establecer contacto con otros niños.
Mi único amigo era un oso al que llamé Tedo (y aún hoy lo tengo, aunque ahora también tengo amigos de verdad).
Por aquel entonces necesitaba a alguien con quien compartir cosas, decir lo que sentía por ciertas cosas sin que me juzgaran por ello.
Así que decidí compartir todo eso con mi oso. Nunca me dijo nada a cambio, pero sabía escuchar.
Absorbía en silencio todas mis palabras, haciéndome sentir menos sola en un mundo que tiene dificultades para aceptar a los niños introvertidos como niños "normales".
Cuando miro hacia atrás, me doy cuenta de que las cosas que más necesitaba eran autoestima...calidez, aceptación, amigos y algunas palabras amables.
Cuando me miro ahora, me doy cuenta de que sigo necesitando todas esas cosas, igual que tú y que todos los demás seres humanos de la Tierra.
Por muy seguro de ti mismo que estés en ese momento, siempre hay margen para mejorar tu autoestima.
No importa cuántos amigos tengas, nunca estarás harto de calidez, cortesía y aceptación.
Pero, a menudo lo olvidamos porque estamos centrados en otras cosas que son "más importantes" para nosotros en ese momento.
Olvidamos que una sola sonrisa puede significar el mundo para alguien que tiene un mal día.
Juzgamos a los demás antes incluso de intentar comprenderlos.
Nos centramos sólo en nosotros mismos porque no tenemos tiempo para ayudar a los demás.
No nos damos cuenta de las pequeñas cosas porque sólo nos preocupan las grandes.
Vivimos como si fuéramos robots desprovistos de emoción y simpatía.
Olvidamos que la vida es un proceso y que, al centrarnos únicamente en los objetivos, descuidamos todo el proceso con la esperanza de que un día nos despertaremos en un mundo que, de algún modo mágico, será un lugar mejor.
Pero, la verdad es: ¡El cambio empieza dentro de ti! Sé quien necesitabas cuando eras más joven y empezarás a cambiar el mundo a tu alrededor.
Si cada uno de nosotros ha contemplado todas las veces que nos han tratado mal, ignorado y subestimado.
Nunca haríamos intencionadamente lo mismo a los demás ni daríamos la espalda a alguien que siente lo mismo.
De hecho, un solo ser humano tiene la capacidad de cambiar el mundo entero, porque cuanto más amor y calor difundimos, más se multiplica.
Mostrando compasión y amar incondicionalmenteevolucionamos como personas y ayudamos a los demás a evolucionar.
En lugar de actuar de forma mandona y competitiva con los demás (especialmente con los que son más jóvenes que nosotros), pensemos en cómo se sentirían si fuéramos amables y accesibles.
O piensa en cómo te sentirías si alguien mayor tuviera que tratarte como su amigo que te comprende plenamente. Podríamos ser alguien que anima a los demás a no rendirse nunca, pase lo que pase.
Podríamos darles algunos de los mejores consejos de la historia y cambiar su perspectiva de las cosas.
Una simple conversación puede inspirar a alguien a ver el panorama completo y darse cuenta de que está exactamente donde tiene que estar en ese momento.
Imagina que eres un extraño en una ciudad nueva donde no tienes amigos ni familia.
Sólo te tienes a ti mismo y te mueres por hacer nuevos amigos, o al menos tener a alguien con quien salir a pasear o a tomar algo.
Ahora imagina que todas las personas con las que hablas son gruñonas y no están interesadas en entablar amistad contigo.
¿Te sentirías decepcionado y alienado? ¿Querrías ser la persona que necesitabas cuando eras más joven y estabas decepcionado? Seguro que sí.
Siempre que te encuentres con un desconocido, ten presente que tú también lo fuiste en algún momento o podrías serlo en el futuro.
Dales cariño, ofréceles una conversación productiva y pregúntales si necesitan algo, porque algún día tú necesitarás el mismo trato de los demás.
¿Tuviste profesores en tu colegio que no creían que fueras capaz de conseguir cosas?
¿Estabas rodeado de gente que no creía que tienes la capacidad de hacer lo que quieras sólo si te lo propones?
Hay mucha gente que se siente así cada segundo, cada día. No pases de ellos pensando que no es asunto tuyo y que otro les consolará o ayudará.
Nosotros, los seres humanos, hemos perdido mucho tiempo pensando que alguien o algo no es asunto nuestro, ¡y ya es hora de que cambiemos eso!
Ya es hora de que empecemos a fijarnos en las cosas y las personas que nos rodean y a actuar en consecuencia, porque eso es lo que debemos hacer.
Hemos nacido para alimentar el trabajo en equipo, para ayudar a los necesitados y para dar una parte de nosotros mismos a la humanidad y al mundo en que vivimos.
Es hora de decir a los que se sienten tristes que ya pasará.
Seguro que has pasado por todo tipo de emociones, desde las más edificantes hasta las más agotadoras, y sabes que no carecen de sentido.
Sabes que todo sucede por una razón y que no importa lo mal que te sientas hoy, mañana, dentro de unos días, semanas o meses, todo tendrá sentido para ti.
Pero alguien que sufre en ese momento no lo sabe. Ellos sentirse solo...rotos, y poco a poco van perdiendo la esperanza y la confianza en las personas. ¡Y por eso estás aquí para decirles que están equivocados!
Tú, igual que yo, estás aquí para restaurar la fe en la humanidad y ayudar a otros a subir los mismos peldaños que antes subimos nosotros. Y esa es la verdadera belleza de ser quien necesitabas cuando eras más joven.
No todos hemos tenido la suerte de sentir el amor incondicional de nuestros padres.
La falta de amor puede hacer que los niños se sientan abandonados y no deseados, y convertirlos en futuros perfeccionistas que piensan que no son dignos de amor si no se lo ganan.
Si has tenido la suerte de experimentar el amor incondicional de tus padres, entonces sabes la cantidad de bendiciones que has tenido.
Si no tuviste tanta suerte, entonces sabes lo duro que fue para ti ir por la vida sintiéndote poco querido y sin apoyo.
En ambos casos, tienes la oportunidad de poner en práctica lo aprendido en tu vida cotidiana y en tu futuro.
Tienes la oportunidad de dar amor incondicional a los demás porque sabes cuánto habría significado para ti.
Sé quien necesitabas cuando eras más joven y nunca tendrás que cuestionarte si vas por el buen camino.
Vivirás una vida guiada por tu corazón en lugar de seguir ciegamente a la multitud.
"Tienes el poder de hacer del mundo un lugar mejor siendo amable con alguien hoy". - Joyce Meyer
Véase también: Qué es la verdadera felicidad (y los secretos para alcanzarla)