¿Sabes lo que es ser constantemente el que lleva la peor parte en la vida?
¿Sabes lo que es estar siempre el que más ama¿Ser el que más da y el que siempre está ahí para la gente pero nunca tener a nadie que te abrace cuando te rompes? Pues esta chica sí.
Esta chica ha pasado por muchas cosas en la vida. Si tú viviste un desamor, ella tuvo tres de esos. Si lloraste hasta dormirte una vez, ella lo ha hecho mil veces antes.
Si te sientes solo y no tienes a nadie en tu vida que te cubra las espaldas, es que ella se ha sentido así muchas veces últimamente.
Sin embargo, nunca dejó que nadie supiera lo mucho que estaba sufriendo. Nunca lo hizo.
Cuando alguien se acordaba de preguntarle cómo estaba, a pesar del dolor que sentía, ella siempre sonreía y ofrecía el uno, el sólo respuesta aceptable: bien.
Desde que somos pequeños, nos enseñan que tenemos que ser educados y que la única respuesta adecuada a una pregunta sobre cómo estás es: "Estoy bien".
Al diablo con lo educado y lo apropiado y, sobre todo, ¡al diablo con lo bueno! Nadie debería sentirse obligado a mentir sobre sus sentimientos ni a reprimirlos.
Es un ser humano sensible. No sé qué pensaban los demás sobre cuánto dolor puede soportar, pero la llevaron al límite.
Las acciones de los demás rompieron su sensible corazón y todo lo que tenía embotellado en su interior empezó a salir a borbotones. Comenzó la avalancha.
Ya sabes, cuando llevas mucho tiempo sacudiéndote las lágrimas de los ojos, cuando has estado constantemente al borde de caer al abismo pero tirando hacia atrás, cuando has estado a un segundo de gritar a pleno pulmón pero sentías que no tenías otra opción que sonreír, entonces no hace falta mucho para lanzar la avalancha y mostrar cómo te sientes, cómo te has sentido realmente durante un tiempo.
Bien nunca es una respuesta apropiada. Bien tampoco es como ella se siente.
Bien no es lo que quiere responder cuando otros pregúntale cómo se siente. No está bien y ya está bien de fingir que lo está.
¿Qué tal si empezamos a ser sinceros los unos con los otros? ¿Qué tal si empezamos a preguntar a la gente cómo les ha ido y a interesarnos de verdad por escuchar una respuesta sincera?
¿Qué tal si empezamos a ver a los que no están bien y les llamamos la atención? ¿Qué tal si atrapamos a los que empiezan a romper?
¿Podemos empezar a ser más humanos de nuevo y empezar a ser menos robóticos, por favor? Eso es exactamente lo que necesita.
Está cansada de fingir que está bien. Está cansada de sonreír cuando su corazón se está rompiendo.
Está agotada de escuchar los problemas de los demás, estar ahí para ellos y luego volver a casa a una cama fría sin tener a nadie que quiera escuchar sus problemas o abrazarla mientras llora.
Dejó de convencerse a sí misma de que ella también está bien. Dejó de decirse a sí misma que todo está bien y que no está rota.
Cómo no le duele el corazón. Cómo es feliz. Que todo está bien y que desaparecerá cuando despierte.
Dejó de fingir que está entera cuando no lo está.
Ya no quiere mentir. Ya no quiere aparentar que está bien, pero desmoronarse por dentro. Quiere gritar y llorar.
Quiere derrumbarse. Quiere desahogarse.
¿Sabes por qué? Porque ha estado aguantando demasiado tiempo.
No quería cargar a los demás con sus problemas. No quería aburrir a los demás ni hacer que se preocuparan por ella. No quería que sufrieran por su culpa.
TAsí de desinteresada es. Pero ha llegado el momento de que se ocupe de sí misma.
Ha llegado el momento de hacer una pausa en todo lo demás y asegurarse de que está realmente bien. Por eso ya no finge que está bien.
Quiere estar bien y quiere volver a ser feliz.
Y admitirte a ti mismo que no lo estás es el primer paso hacia la curación. Ahora no está bien, pero volverá a estarlo algún día.