Lo más difícil de toda ruptura es seguir adelante con tu vida.
Lo compartiste todo con esa persona durante cierto tiempo y no sólo era tu pareja romántica: con el tiempo, se había convertido en tu amigo y en tu familia.
Y ahora, de repente, ese hombre desaparece. Y mientras él sigue viviendo su vida, tú te quedas sola, intentando recoger los pedazos rotos de ti misma.
Por supuesto que le echas de menos, pero lo que es aún más difícil es intentar seguir viviendo tu vida como si nada hubiera pasado. No sabes por dónde ni cómo empezar porque este hombre lo era todo para ti.
Te ves parada en un lugar y te sientes perdida porque simplemente no sabes qué hacer sin él en tu vida.
Intentas por todos los medios olvidarte de él y de todos los recuerdos que compartisteis, pero suele ser todo menos fácil.
Simplemente no puedes creer que la persona con la que planeaste tu futuro te haya dejado colgada de esta manera y no puedes imaginarte nunca estando con otro hombre.
Pero seguir adelante es especialmente difícil cuando no tienes cierre. Cada historia tiene su principio y su curso y es natural que anheles que también tenga un final.
Mientras estabas con este chico, esperabas tener un final feliz con él, pero ahora te das cuenta de que eso nunca sucederá.
Incluso darse cuenta de que todo ha terminado entre los dos es un reto y bastante duro. Es un proceso que requiere mucho esfuerzo, tiempo y energía.
Pero de alguna manera, con mucho dolor, llegaste a aceptarlo. Te decías a ti misma que ese hombre formaba parte de tu pasado y que no iba a volver y, con el tiempo, te acostumbraste a esa idea.
Pero lo que parece que no puedes aceptar es que nunca te dio un cierre. Te dejó sin decir una palabra o nunca te dio una explicación de su marcha.
De cualquier manera, sientes como si te lo hubieran arrancado, como si te lo hubieran robado y como si se te hubiera escapado de las manos.
Y ahora te quedas sola pensando en todo lo que pasó y en todo lo que podría haber pasado si se hubiera quedado.
Y esos "y si..." son los que más te están matando. Simplemente no sabes qué ha pasado y estás intentando recomponer el puzle de tu relación.
Pero te faltan algunas piezas cruciales, te falta su versión de la historia.
No sabes por qué te dejó y qué fue mal de repente y no puedes aceptar el hecho de que estas son las cosas que nunca averiguarás.
No dejas de preguntarte si podrías haber hecho algo para que se quedara o, al menos, para que te diera una explicación.
No dejas de cuestionarte todo lo que pasó entre vosotros. Rebobinas cada pequeña situación de vuestra relación en tu cabeza, intentando encontrar una explicación para que te dejara.
No dejas de preguntarte si hiciste algo que lo ahuyentó y a veces incluso te culpas por todo lo malo que ha pasado en tu relación.
Pero las respuestas que busca con tanta pasión no se encuentran en ninguna parte.
Te sientes atrapado en el pasado y atrapado en tu propia cabeza, pensando en diferentes escenarios de lo que pasó y cómo las cosas podrían haber salido de otra manera.
Lo peor es que nunca tuviste la oportunidad de decirle cómo te sentías. Hay tantas cosas que te gustaría decirle a este hombre y aún más preguntas que te gustaría hacerle.
Pero sabes que no se merece nada de ti. No dejas de preguntarte cómo ha podido dejarte así.
Y, naturalmente, sientes resentimiento. Te quedas con toneladas de rencor. Cuestionas toda tu relación y te preguntas si este chico alguna vez te quiso si pudo dejarte así.
Poco a poco, sientes que te estás volviendo loco, buscando respuestas que nunca obtendrás.
Sientes que podrías seguir adelante con tu vida en el momento en que escuchas su versión de la historia, en el momento en que juntas todas las piezas.
No estoy aquí para darle falsas esperanzas. La cruda realidad es que es poco probable que obtengas respuestas. Es probable que nunca consigas el cierre que tanto deseas.
Pero eso es algo que tienes que aceptar y con lo que tienes que vivir, del mismo modo que has aceptado el hecho de que ese hombre no esté en tu vida.
Y eso es algo de lo que nunca debes culparte.
Fue él quien se fue y era él quien tenía el deber de darte el cierre que necesitabas. Pero no lo hizo y probablemente nunca lo hará.
Así que si quieres encuentra tu paz interior, tienes que esforzarte mucho para perdonar a este tipo por todo lo que hizo y sobre todo por todo lo que no hizo.
Tienes que aceptar las disculpas que nunca recibiste y tienes que intentar dejarlo en el pasado, donde pertenece.
Y sobre todo, tienes que dejar de cuestionarte sobre tu relación y sobre su final.
Las cosas fueron como fueron y eso es lo único que necesitas saber.
Wow muy perspicaz. Creo que mucha gente podrá seguir adelante en paz después de leer esto. Es muy útil.