No te enamores de alguien que te diga lo guapa que eres o lo sexy que te sienta ese vestido tan ajustado. Enamórate de alguien que te quiera igual sin importar tu aspecto físico.
Enamórate de alguien que se preocupe por ti, que te saque la silla, que te sujete la puerta, que preste atención a por qué lado de la acera caminas.
Enamórate del chico que presta atención a las cosas que te gustan, que recuerda tu libro favorito, que pone constantemente tu canción preferida hasta que los dos os aburrís de ella, que hace imitaciones tontas para hacerte reír y que recuerda a qué eres alérgica.
Enamórate de alguien que te haga olvidar tus cicatrices, todos los amantes anteriores y todas las veces que te rompieron el corazón.
Enamórate de alguien que no te haga sentir que eres difícil de amar, que te haga olvidar todo el dolor por el que has pasado y que disminuya todo el dolor que aún está por venir.
Enamórate del chico que será tu compañero de fechorías, con el que siempre podrás contar sin importar si le llamas a las 3 de la mañana o a las 3 de la tarde.
Enamórate del tipo que te hace la depresión desconocida, que está entusiasmado con la vida, con el que quieres compartir tus sueños por muy tontos o irreales que sean porque sabes que creerá en ellos tanto como en ti.
Enamórate del chico que sólo te ve cuando entra en la habitación, cuyo mundo entero se ilumina cuando te ve, cuyo día está hecho de pensar en ti y cómo hacerte feliz.
Elija enamorarse con el que llama sólo para oír tu voz o conduce durante horas sólo para verte un rato.
Enamórate del chico cuya felicidad se funde con la tuya, que te elige independientemente de a quién elijas tú, que decide quererte igual en tus días malos e incluso en los peores.
Elige al chico que ha visto tu lado malo y aun así ha decidido que eres lo más bonito que le ha pasado nunca.
Elige enamorarte del chico que de algún modo sabe qué decir y cuándo decirlo. Que sabe cómo te sientes incluso antes de que tú misma te des cuenta.
Enamórate del chico que se duele cuando lloras, que se alegra cuando sonríes, cuyos brazos se sienten como en casa y cuya mano encaja perfectamente en la tuya.
Enamórate del chico que te haga comprender que el hogar no es un lugar, sino una persona.
El hogar es esa persona que te hace sentir seguro. El hogar es esa persona que te da calor por la noche y cobijo durante el día.
El hogar es ese tipo que te envuelve en sus brazos y hace que nunca quieras marcharte.
Enamórate de él. Enamórate del chico que es tu casa, que nunca se va, y que entiende que a veces tienes que irte pero que te está esperando cuando vuelves.
Por favor, no se conforme con menos. Sigue esperando al hombre adecuado. Sigue aprendiendo sobre ti misma. Sigue luchando por las cosas que amas y en las que crees. Sigue cuidándote y haciéndote crecer y descubriendo tus necesidades.
Cuando llegue el momento, encontrarás a alguien que te merezca, que se asegure de que sus palabras van seguidas de sus actos y que te haga sentir como en casa estés donde estés. Sólo entonces entenderás por fin lo que es el verdadero amor.