Me buscarás en cualquier otra mujer. Tratarás de reflejar todo lo que tuvimos en nuestra relación con ella. Fracasarás. Fracasarás muchísimo y te dolerá muchísimo. Porque lo que tuvimos no se da dos veces en la vida.
Teníamos una conexión tan rara que todos a nuestro alrededor la sentirían. Todos nos consideraban afortunados de habernos encontrado. Que nos entendiéramos, a veces incluso sin usar palabras. Lástima que no compartieras su opinión.
Aunque yo pensaba que sí. Sentía que no había nadie más perfecto para ti en este mundo que yo. Solías mirarme con esos ojos tuyos de ensueño como si fuera la chica más guapa del planeta, incluso cuando no me sentía así en absoluto.
Los dos sabíamos escuchar, cómo prestar atención a las necesidades de los demás. Sentía que podía acudir a ti con cualquier cosa y que tú lo entenderías. Que sabrías cómo hacerme sentir mejor.
Teníamos nuestras diferencias, pero quién no las tiene. Incluso entonces éramos bastante racionales, lo que me sorprendió porque mis relaciones anteriores solían acabar con cristales rotos por todas partes. Acababan con palabras que me golpeaban más profundamente que cualquier puñetazo y siempre se me quedaban grabadas.
No teníamos ese tipo de problemas. Sabíamos en qué éramos diferentes y en qué nos parecíamos. Al fin y al cabo, somos un hombre y una mujer y esa diferencia es suficiente para causar problemas. No importaba la conexión que tuviéramos, no éramos iguales.
Hice lo que pude y te di lo mejor de mí. Siempre estuve ahí para ti. Me desviaba de mi camino para asegurarme de que estabas bien. Creía que te entendía. Cuando estabas de buen humor me alegraba por ti. Nunca nos faltaron sonrisas ni afecto. Cuando estabas mal, me callaba y te dejaba estar hasta que querías decirme cuál era el problema. Incluso si no me lo decías no insistía; sabía que no era necesario decirlo todo.
Todo el amor, el respeto y la comprensión que tenía en mí te los di a ti. Lo que más me duele es que Te di tanto de mí y me hiciste sentir que no era suficiente.
Yo sé que lo era, y tú también lo sabrás algún día. Quizás ya lo sabes porque sigues buscándola, aunque empezaste tu vida con ella. No entiendo por qué lo hiciste. Elegiste otra cosa. Pensaste que la vida con ella iba a ser mejor que la que tenías conmigo. No hay necesidad de que estés cerca de mí, no hay vuelta atrás. Me perdiste para siempre.
Te lo dije hace mucho tiempo. Una vez que te vas, te vas para siempre. No te daré ninguna oportunidad de volver en mi vida otra vez. Ya cometí ese tipo de error antes. Aprendí que mi corazón no está conectado a un interruptor, así que no puedo apagar y encender mis emociones. Así que no hay más segundas oportunidades. Ni siquiera para ti. Especialmente no para ti, porque te quería más que a nadie. Dejaste herido más que cualquier otra cosa.
No te deseo ningún mal, pero sé que me buscarás en todas las mujeres que conozcas. No porque sea perfecta, no porque sea la mujer más hermosa con la que hayas estado, sino porque te amé y me preocupé tanto por ti. Porque tuvimos una conexión que sólo se tiene una vez en la vida. Me buscarás en cada mujer que conozcas porque yo soy "yo" y nadie más puede competir con eso, nadie más puede reemplazarme.