No pierda el tiempo en alguien que no te dedica tiempo.
Por muy ocupado que esté, por muy ajetreados que sean sus días, sacará tiempo si quiere. Hará tiempo si le importa; todo lo demás son excusas.
No malgastes tus mensajes con alguien que los ignora, o los contesta en unas horas o a veces incluso días.
No los desperdicies con alguien que suele olvidarse de enviar primero un mensaje de texto y luego vuelve con excusas poco convincentes.
No los malgastes queriendo saber cómo está y cómo le ha ido el día si él no te pregunta por cómo estás y por tu día.
No malgastes tus días pensando en alguien que sólo te regala sus noches.
También debería saber cómo es tu sonrisa durante el día. Debería querer conocer la otra cara de ti que solo el día te ofrece.
No está seguro de ti si sólo te llama en mitad de la noche, borracho, solo y con una sola cosa en la cabeza.
No pierdas el tiempo con alguien cuyos actos no coinciden con sus palabras. Te está engatusando un día y al siguiente traiciona tu confianza. Te hace promesas, pero nunca las cumple.
Un hombre que un día te dice algo y al día siguiente cambia de opinión no es para ti.
No pierdas el tiempo con alguien que te da señales contradictorias. En alguien que se asegura de que todas las conversaciones con tus amigos giren en torno a intentar descifrar qué quiso decir y por qué hizo lo que hizo.
No pierdas el tiempo con alguien que no te garantiza un sueño reparador sabiendo que estás sano y salvo.
O que eres la única para él. O que no tienes que preocuparte por otra mujer.
No pierdas el tiempo con alguien que no comparte su mundo contigo. En alguien que no te habla de las cosas que son importantes para él.
Sobre alguien que te mantiene en secreto para sus amigos y familiares. En alguien que los mantiene en secreto para ti. Si estuviera seguro de que quiere que formes parte de su mundo, les hablaría de ti.
No pierdas el tiempo con alguien que da diez pasos atrás cuando las cosas se ponen un paso más serias.
Ambos deben avanzar a un ritmo similar, sin muchos o ningún miedo.
No desperdicies tu amor en alguien que tiene miedo de sentir. En alguien que no está por ti de la misma manera que tú estás por él.
Todos sus sentimientos y toda su inversión deben ser recíprocos. No está seguro de dar menos.
No pierdas el tiempo con alguien que no está seguro de ti. Si estaba seguro, encontraría el momento. Haría un esfuerzo. Mandaría un mensaje.
Nunca te dejaría adivinando sus palabras o acciones.
Sería un hombre de palabra. Nunca te pondría en una situación en la que tuvieras que cuestionar sus intenciones. Nunca te dejaría en una situación en la que tuvieras que preguntarte si está seguro de ti o no.
No pierdas el tiempo, porque podrías estar con otra persona. Con alguien que nunca te hace cuestionar sus sentimientos.
Con alguien que sabe quién es y a qué atenerse contigo. Con alguien seguro de ti tanto como tú lo estás de él. Ese es el tipo al que deberías dedicar tu tiempo.