Al fin y al cabo, sólo somos humanos. Necesitamos a otras personas en nuestra vida. Todos queremos sentir que pertenecemos a alguien, que somos importantes para alguien que es importante para nosotros.
Aun así, no podemos obligar a otras personas a estar con nosotros y a querernos. A veces, por mucho que lo intentemos, no podemos retener a algunas personas en nuestras vidas.
Las cosas son así y debes aceptarlas como son porque no puedes cambiar nada. Los sentimientos no se pueden forzar. Las amistades no deben forzarse. El amor no debe forzarse.
Debes darte cuenta de que a veces no está destinado a suceder, por mucho que lo desees.
Debes sentirte cómodo con el hecho de que no vas a conseguir todo y a todos los que quieres en la vida.
Nadie lo hace. Eso es suficiente consuelo, ¿no?
El amor no es tan sencillo, como tampoco lo es la amistad. Es algo que no se puede manipular y para que funcione hay que luchar por ello todos los días.
Eso no significa que debas fijarte unas expectativas poco realistas en cuanto al amor y la amistad. Te sentirás impotente si no funciona.
Algunas personas no te elegirán hagas lo que hagas por ellas y eso se lo pierden ellas, no tú.
Dirás "Es fácil decirlo, pero duele mucho". cuando realmente te pasa a ti. Lo sé, lo sé. Yo también he pasado por eso. Yo también fui herido.
Yo. La mujer más segura de sí misma. Me sentí herida, enojada, traicionada y aplastada.
Todas esas horribles emociones se mezclaban dentro de mí y no podía ver la imagen real en esa situación. Todo lo que veía era su rechazo.
Nunca nadie me hizo sentir así. Bueno, nadie podía porque yo tenía la mejor opinión sobre mí misma. Mi confianza era mi fuerza.
No me permitía rendirme en ninguna situación por difícil que fuera.
Hasta entonces. Lo irónico es que su rechazo no me hizo dudar de mí misma, en realidad me hizo sentir curiosidad por las razones por las que me rechazó.
¿Cómo pudo hacer eso? Yo era la chica más perfecta para él. En realidad, yo era incluso mejor que eso.
Cada día le culpaba por no verlo. Por rechazarme cuando yo era todo lo que él quería. Y estaba segura de ello, por eso su rechazo me resultaba tan poco claro.
Siempre consideré la confianza en mí misma como uno de mis mejores rasgos de carácter porque pensaba que me ayudaría a afrontar cualquier mal día y cualquier emoción hiriente.
Siempre pensé que el desamor es lo peor que puede sentir una chica. Pero estaba equivocada. El sentimiento de un rechazo duele aún más que eso.
Provoca un mayor dolor emocional y puede dejar algunas heridas psicológicas que no cicatrizan tan fácilmente. Lo aprendí por las malas, por desgracia.
Los psicólogos dicen que, de todas las heridas emocionales que experimentamos en la vida, el rechazo es la más común y dolorosa.
Tener confianza en mí misma no podía ayudarme. Era consciente de mi valía y sabía que encontraría a alguien que me elegiría pasara lo que pasara.
Pero aún así, dolía. El dolor que sentía era inexplicable. Sólo pensaba en sus razones para rechazarme, en qué parte de mí no le gustaba y por qué ni siquiera quería intentar algo conmigo.
Después de algún tiempo, me di cuenta de que no estábamos hechos el uno para el otro. Y eso era lo único importante que necesitaba saber desde el principio. Fue su elección y yo no podía hacer nada al respecto.
Excepto dejarlo ir. Y lo hice. Dejé ir todos esos horribles sentimientos.
Esperaba un futuro mejor y un hombre que quisiera mi amor y fuera capaz de corresponderlo como me merezco.
Y créeme, este es el mejor consejo que jamás recibirás: Cuanto más rápido avances, antes olvidarás la terrible sensación de ser rechazado.
Pero aun así, tu autoestima y tu amor propio desempeñan un papel importante. Si no tienes confianza en ti mismo, serás más vulnerable al rechazo.
La gente tiene todo el derecho y la libertad de elegir a quien quiera y lo que quiera. Puedes influir en sus decisiones haciendo cosas buenas por ellos, pero nunca puedes elegir por ellos.
El rechazo no significa que no seas suficiente. En la mayoría de los casos, el problema es la otra persona, no tú.
Nunca debes dejar que el rechazo se apodere de ti. Sé más fuerte. Pasará y acabarás olvidándolo como si nunca hubiera ocurrido.