He aprendido mucho este último año. No volveré a cometer los mismos errores. Te dejé entrar en mi vida. Fui tan ingenua y tonta y no entendí que nunca tuviste la intención de amarme.
No digo que me arrepienta de todo lo que ha pasado porque no es verdad. No me arrepiento de algunos momentos contigo porque hubo momentos en los que me sentí amada, aunque sólo fuera por un segundo, y hubo momentos que dejaron sensaciones agradables y cálidas en mi interior.
Pero, hoy, cuando miro atrás, hay muchos más recuerdos malos que buenos y por eso me perdono.
No te perdono porque no eres tan culpable como yo. Fui yo quien te dejó entrar en mi vida y quien se creyó todas tus historias de mierda. Por eso me perdono a mí misma y no a ti.
Cuando rompimos, sentí como si me hubieran quitado un gran peso de encima, pero sentí como si me hubieran puesto otro. Era el dolor de mi corazón roto. Era tan infeliz en nuestra relación que olvidé que aún te quería. A pesar de todo lo que me habías hecho y de cómo me tratabas, no podía evitar todavía te quiero.
Mientras conducía de vuelta a casa, iba en completo silencio. No se oía más sonido que los latidos de mi propio corazón en medio de la noche. Dentro de mí crecía una mezcla de tristeza y felicidad. El silencio en el coche se rompió con un grito repentino que salió de mi boca. Me sentí tan bien al dar rienda suelta a lo que llevaba dentro.
Intentaba mirar la carretera mientras me ahogaba en lágrimas. Fue entonces cuando me di cuenta de que te habría amado toda mi vida. Habría estado contigo a pesar de las cosas que me has hecho.
No sé si era amor o miedo lo que sentía. Porque, ¿cómo iba a saber lo que es el amor cuando fracasé contigo, que juraste amarme para siempre?
Pasaban los días y los meses y seguía sin poder recuperar la salud. No podía salir a la luz del día. No podía dejar que los demás me vieran derrumbándome. No podía dejar que supieran que me habías destrozado.
Mis paredes se han convertido en mis mejores amigas. Paso días enteros en mi habitación mirándolas fijamente, esperando obtener una respuesta, como si fueran a hablarme y explicarme por qué y cómo ha sucedido todo esto.
Todo ese tiempo, tuve la respuesta delante de mí y por fin me di cuenta. Nunca me habría rendido contigo si tú no te hubieras rendido conmigo. Habría pasado el resto de mi vida sufriendo y pensando que el amor debe ser así porque tú me lo enseñaste.
Nunca supiste amarme y por eso siempre me culpaste. Y yo fui tan estúpida como para creerte.
Este año He decidido finalmente dejarte ir para siempre.
Me di cuenta de que no era culpa mía que no supieras quererme. Fracasaste en todos los niveles del amor. Lo digo yo, ¿y qué sé yo de amor, aparte de ese lamentable intento que me diste? No fue mi culpa que pensaras que hablar contigo cuando me sentía triste era estúpido. No fue mi culpa que llamarte para decirte que te amo fuera sofocante. No fue culpa mía querer comprometerme con el hombre con el que quería pasar el resto de mi vida.
Fue culpa tuya. Sólo soy responsable de haberte dado la oportunidad de amarme, que desperdiciaste.
Me di cuenta de que no era culpa mía que nunca supieras lo que valía. Siempre me menospreciabas y me hacías sentir que no era lo suficientemente buena para ti. Siempre hiciste que me importaras mucho más y te importaba un bledo si estaba viva o muerta. No es mi culpa que no vieras mi verdadero yo y el potencial que finalmente me di cuenta de que he tenido todo este tiempo.
Fuiste mi lección perfecta para el futuro. No me cerraré, pero me prometo que tendré más cuidado con mi corazón.
Fue culpa mía que estuviera sufriendo porque rompí mi propio corazón al intentar demostrarme a mí misma que merezco que me devuelvan el amor. Lo deseaba tanto que ignoré todo lo demás a mi alrededor y al final me costó mi dolor y mis lágrimas.
Invertí tanto en ti y no quería equivocarme contigo. Lo había sabido todo el tiempo. Es sólo que mi corazón tardó algún tiempo en ponerse al día con mi mente.
Este año me voy a dar otra oportunidad. Creo que me la merezco.
Este año voy a dejarte ir para siempre. Creo que también me lo merezco.
Este año espero conocer a alguien a quien amar tanto como te quise a ti. Este año espero que me ame como merezco.
Este año sé que el que me dejaras marchar fue tu pérdida y no la mía.
Este año voy a empezar de nuevo.