¿Crees en la fe? ¿En alguna fuerza divina que lo tiene todo escrito antes de que ocurra?
¿Crees en las almas gemelas? ¿En que todos tenemos una persona destinada a ser nuestra pase lo que pase?
¿Que todos los que conocemos antes que ellos son sólo una preparación para lo que viene después?
¿Que todas las personas anteriores a nuestra alma gemela no son más que nuestros maestros, los que nos ayudan a aprender valiosas lecciones y los que nos preparan para la que será nuestra para siempre?
Ya lo sé. No me malinterpretes: esto no significa que intente decirte que no tienes ningún impacto en tu vida.
No soy yo quien te dice que no tienes libre albedrío o que tus elecciones no afectan a tu futuro, porque eso está muy lejos de la verdad.
Es que creo que todo sucede por una razón. Que todos tenemos un propósito en nuestras vidas.
Que todo lo que experimentamos está ahí por una causa mayor.
Creo que, a veces, hay una diferencia entre querer y realmente necesitar a alguien.
Que hay veces que vamos detrás de algunas personas y cosas que no son buenas para nosotros, sin ni siquiera ser conscientes de ello.
Creo en eso y en un plan que normalmente ni siquiera podemos percibir.
Que estamos destinados a perder a algunas personas para conseguir lo que merecemos.
Y lo mismo ocurre con el amor. Creo que en algún lugar, ahí fuera, hay un hombre que es tu media naranja.
El hombre con el que pasarás el resto de tu vida, y al que amarás más de lo que jamás podrías imaginarte amando a otro ser humano.
Aunque la idea de este hombre desconocido da un poco de miedo. Al mismo tiempo, también es bastante reconfortante. ¿Y sabes por qué?
Porque significa que todos esos chicos de tu pasado no eran tu alma gemela y que no hay absolutamente ninguna razón para que sigas permitiendo que su recuerdo te consuma.
Es inútil que pienses en lo que podría haber ocurrido si alguno de ellos hubiera permanecido en tu vida.
Que te sientas abrumado por todos los "debería haber" y "podría haber sido", porque si algunas cosas hubieran tenido que suceder de forma diferente a como sucedieron, lo habrían hecho.
Sí, es así de sencillo.
Quien se fue de tu vida ya no tenía un propósito en ella. Quien perdiste no estaba destinado a ser tuyo.
Se suponía que ninguno de los hombres de tu pasado iba a ser tuyo para siempre porque, de ser así, se quedarían.
Recuerda-nunca podrás perder al hombre que está destinado a estar contigo.
Sí, sé que mis palabras no harán mágicamente cura tu corazón roto o hacer que te olvides de ese tío que te hizo daño.
No harán que te recuperes o te sientas mejor de la noche a la mañana, pero sin duda es un alivio saber que básicamente has conseguido mucho cuando has perdido a algunas personas.
Ahora no lo ves, pero lo cierto es que, en muchas ocasiones, la fe te salvó de una miseria más profunda apartando a alguien de ti.
Que muchas veces, esquivaste una bala cuando perdiste a alguien que pensabas que necesitabas.
Es reconfortante saber que llegará un día en que te darás cuenta de por qué nunca funcionó con ninguno de esos hombres.
Un día en el que entenderás que algunas personas que te dejaron fue en realidad lo mejor que te pudo haber pasado.
Que no era una maldición sino una verdadera bendición.
Es agradable saber que un chico que tiene todo lo que buscas te está esperando pacientemente.
Que en algún lugar ahí fuera existe la pieza que te falta del puzzle y tu otra mitad.
Puede que no me creas ahora, pero este hombre aparecerá aunque decidas renunciar al amor todos juntos.
Encontrará el camino hacia ti cuando menos te lo esperes.
Cuando venga, vendrá para quedarse y, de repente, todo tendrá sentido.
Así comprenderás que todo lo que te ha sucedido tenía el propósito de conducirte a este momento.
Que todos los acontecimientos de tu vida te condujeron al hombre que volverá a pegar tu corazón roto y te curará de una vez por todas.
Por el hombre que está destinado a ser tuyo siempre y para siempre.