Muchas personas piensan que todo irá sobre ruedas en su vida en el momento en que pronuncien sus votos matrimoniales.
Asumen que todos los problemas que tuvieron en la relación han quedado atrás una vez que dicen "sí, quiero".
La verdad es algo distinta.
De hecho, un matrimonio sano es un trabajo constante y requiere establecer objetivos matrimoniales, que son cruciales para el éxito de la relación entre dos personas.
Los objetivos matrimoniales son básicamente algunas metas que os esforzáis por alcanzar en vuestra relación.
Es algo por lo que trabajáis con fuerzas conjuntas, una forma de fortalecer vuestro matrimonio y algo que os inspira y motiva para seguir siempre adelante.
¿Cuáles son esos objetivos de los que hablamos? ¿Cómo se fijan los objetivos en el matrimonio?
Siga leyendo y encuentre las respuestas a estas preguntas.
15 objetivos realistas para un matrimonio sano
1. Esfuerzo
Uno de los primeros objetivos matrimoniales que debes fijarte, si quieres que tu matrimonio tenga éxito, es decidirte a poner empeño en construirlo.
Tienes que entender una cosa: ninguna relación sana se construye de la noche a la mañana, sobre todo si es romántica.
Sí, esto significa que tanto tú como tu pareja tenéis que poner el mismo empeño en que vuestro matrimonio funcione.
Sin embargo, ten en cuenta que algunos días, uno de los dos invertirá más energía mientras que habrá momentos en los que la otra persona tirará de la mayor parte del peso.
Ten en cuenta que el matrimonio es tanto dar como recibir y este esfuerzo del que hablamos tiene que ir en ambos sentidos para que todo tenga sentido.
No puedes ser el único que lo intentaNi tu pareja puede ser la única que se preocupe por tu futuro; de lo contrario, nunca sacarás lo mejor de tu matrimonio.
2. Tiempo de calidad
Probablemente asumas que has terminado con las citas en el momento en que dices "sí, quiero". Pues piénsalo otra vez, porque te equivocas.
Aunque tengas hijos, familia, trabajo diario, tareas domésticas y otros deberes, debes pasar tiempo de calidad con tu pareja.
Sé que probablemente lleváis una vida muy ajetreada y que os parece que no tenéis ni un segundo de tiempo libre, pero creedme: este objetivo matrimonial es crucial para vuestra supervivencia.
Dedicaos un tiempo a vosotros dos solos, sin niños y sin teléfono, y fingid que seguís en pareja.
Al menos una vez al mes, salir una vez a la semana fecha como en los viejos tiempos; no hace falta que sea una cena lujosa, romántica y a la luz de las velas si no tienes dinero; bastará con que los dos os toméis un café a solas, sin que nadie os moleste.
Por desgracia, muchos matrimonios caen en la rutina y se olvidan de este objetivo.
Por lo tanto, antes de que se den cuenta, dejan de ser lo que esencialmente son (parejas románticas) y se convierten en nada más que copadres que luchan por financiar un hogar juntos.
3. Compañerismo
No olvides una cosa crucial: tú y tu otra mitad sois ahora un equipo.
Sois compañeros y todo lo que hagáis, debéis hacerlo con fuerzas conjuntas.
Por supuesto, esto no significa que se espere que pierda por completo su individualidad.
Nadie te está diciendo que abandones a tus amigos, familia, aficiones o intereses, ni que dejes de ser la persona que has sido toda tu vida para convertirte sólo en marido o mujer.
Sin embargo, las cosas te resultarán mucho más fáciles si empiezas a verte como parte de una pareja poderosa.
La buena noticia es que ya no estás solo en este mundo y que tienes a alguien que te respalda en todo momento.
Esta es otra de las cosas que tú y tu pareja tenéis que valorar y trabajar.
Sí, conlleva mucha responsabilidad porque desde el día en que dices tus votos matrimoniales, tus actos dejan de afectarte sólo a ti, pero también es un gran alivio que a partir de ese momento tengas un compañero de equipo.
4. Respetar
Lo que la mayoría de la gente olvida es que no tiene mucho sentido quererse si no se comparte el respeto mutuo, que es algo sin lo que no se puede tener un matrimonio feliz.
Al fin y al cabo, no sois niños y sabéis lo que significa tratar a alguien con respeto, especialmente a tu cónyuge.
No, fijar objetivos no significa que tengas que asentir a todo lo que te digan o que tengas que seguirles ciegamente; por supuesto, puedes tener tu propia opinión, pero también tienes que tener en cuenta la suya en todo momento.
Aunque tengáis posturas diferentes sobre algo, no os insultéis ni os menospreciéis, sobre todo delante de los demás.
En lugar de eso, aprende a aceptar que no estás de acuerdo.
También es crucial respetar a los amigos y familiares de cada uno, sus deseos, su tiempo personal, su espacio y su individualidad.
Otro objetivo de la relación es respetar los votos matrimoniales durante todo el tiempo que dure el matrimonio, y no sólo tenerlos presentes mientras se está recién casado.
Es recordar que prometisteis estar el uno para el otro tanto en los días buenos como en los malos, en la salud y en la enfermedad, y que una ruptura es la última opción que ni siquiera tomarás en consideración.
Pero no te olvides de respetarte a ti mismo por el camino.
5. Comunicación saludable
Otra de las claves para un matrimonio feliz es, sin duda, una comunicación sana, crucial para la salud de tu matrimonio.
Es la persona con la que compartes tu vida y si no podéis deciros lo que pensáis y lo que sentís sinceramente, sin conteneros nada, ¿qué sentido tiene vuestra relación?
Cuando algo te molesta, no hay que ignorar ni callar.
Recuerde que su pareja no tiene la capacidad de leer la mente, por lo que no existe ninguna posibilidad teórica de que sepa qué le ocurre a menos que usted se lo diga.
No te preocupes: las parejas felices también discuten, así que no significa que vuestra comunicación sea mala si tenéis algunos problemas.
Sin embargo, la diferencia es que ellos saben pelear. Cuando hay buena comunicación, tú y tu cónyuge aprendéis de vuestras discusiones.
Perfeccionaréis la habilidad de aceptar la opinión de la otra persona, aunque difiera de la vuestra, no os insultaréis durante vuestras peleas y no la hundiréis.
No lo olvides: siempre estáis vosotros por un lado y el problema por otro; nunca debéis ser vosotros contra vosotros.
Además, una comunicación sana incluye escuchar lo que dice la otra persona.
Significa reconocer sus palabras y prestar mucha atención a lo que te dicen.
6. Compromiso
Como ya se ha dicho, ya no estás solo en este mundo y por mucho beneficio que esto suponga, también significa que no puedes hacer lo que te dé la gana.
No me malinterpretes, no estoy diciendo que tu matrimonio deba limitar tu libertad, pero en cuanto te conviertes en un recién casadosno puedes ir por la vida como te da la gana, sin tener en cuenta el bienestar de la otra persona.
Por eso el compromiso es uno de los objetivos inteligentes que debe esforzarse por alcanzar si quiere preservar la salud de su matrimonio.
Recuerda que se trata de una calle de doble sentido y que ambos tenéis que encontraros a mitad de camino si queréis tener un matrimonio más sólido.
Tú y tu pareja sois iguales; aquí no hay papeles sumisos ni dominantes, y las opiniones y deseos de ambos cuentan por igual.
Puesto que ambos tienen las mismas responsabilidades, deberes y derechos, deben tener la misma voz a la hora de tomar decisiones cruciales para la relación.
7. Perdón
Otro objetivo de relación por el que deberías trabajar es sin duda perdón.
No, esto no significa que debas permitir que tu pareja te trate como quiera, mientras tú debes seguir perdonándole y actuando como si todo estuviera en perfecto orden.
En lugar de eso, diles cuándo algo va mal y cuándo no estás de acuerdo con su forma de actuar.
Sin embargo, fijar metas en el matrimonio no incluye que ninguno de los dos guarde rencor o esté resentido durante años por algo del pasado.
Si ocurre algo entre vosotros dos, habladlo y trabajad por el perdón en lugar de permitir que este asunto se convierta en un trampolín hacia el fracaso de vuestro matrimonio.
No menciones una ruptura después de tu primer error y ni siquiera pienses en el divorcio.
Naturalmente, hay cosas para las que no puedes encontrar excusa y nadie te culpará por respetar tus "deal-breakers" pero, por favor, haz lo posible por ser lo más tolerante posible.
Tened en cuenta que ambos sois seres humanos de carne y hueso.
Ambos cometéis errores de los que os arrepentís y ambos tenéis derecho al perdón.
En lugar de eso, ten expectativas realistas pero claras de tu pareja.
Intenta ponerte en su lugar y sé comprensivo, aunque te hagan daño.
8. Agradecimiento
No tienes que estar eternamente agradecido a tu cónyuge cuando se comporta como debería hacerlo una pareja normal.
No obstante, uno de los objetivos de la relación por el que deberías trabajar es, sin duda, el aprecio.
Demuéstrale a tu pareja que aprecias todo lo que está haciendo por vuestro matrimonio y agradece el esfuerzo que ha dedicado a fijar metas para vuestro futuro juntos.
Demuéstrales que aprecias sus sacrificios y que estás más que orgulloso de tenerlos cerca.
No des por sentados sus esfuerzos y sonríe por cada pequeña cosa que hagan por ti.
Por supuesto, espera el mismo trato de vuelta. No permita que su cónyuge se comporte como si estuviera bien que usted mueva montañas por él, mientras que él no tiene que mover un dedo.
9. Intimidad
A pesar de lo que muchas parejas puedan pensar, la intimidad es mucho más que sexo y acción en el dormitorio, y es uno de los objetivos más importantes del matrimonio.
A veces, todo consiste en cogerse de la mano, tener citas semanales, mirarse profundamente a los ojos sin decir una palabra, pasar tiempo de calidad juntos y conocerse hasta la médula.
Sí, tener una vida sexual de alta calidad es un objetivo poderoso y algo por lo que deberías trabajar.
Aunque no te mentiré, no tendrás un relación sana si sólo se basa en los aspectos físicos.
No obstante, si quieres un matrimonio más sólido, tu vida sexual también debe estar en orden.
En el dormitorio no hay lugar para el egoísmo y es fundamental que ambos estéis satisfechos.
Como con todo en la vida, encuentra un término medio.
No hagas nada con lo que no te sientas cómodo, pero asegúrate de complacer el bienestar de tu cónyuge.
Sin embargo, un objetivo inteligente es aumentar sus niveles de intimidad también en otros ámbitos.
Conéctate de distintas formas y haz todo lo posible por reforzar tu vínculo dentro y fuera del dormitorio.
10. Fe
El objetivo más poderoso de todo matrimonio es la fe.
Aunque no creas en Dios en términos tradicionales, seguro que sí crees en algo o en alguien a quien rezas y que crees que puede echarte una mano cuando pasas por malos momentos.
Usted y su cónyuge no tienen por qué respetar al mismo Dios, pero es importante que ambos estén unidos en la oración por el éxito de su matrimonio con fuerzas conjuntas.
Incluso cuando las cosas vayan cuesta abajo, ten fe en que conseguirás que funcione, pase lo que pase.
Además, respetad las creencias del otro. Recordad: Dios es todo amor y es una locura discutir sobre religión, siempre que ambos queráis la paz, la comprensión y el compromiso.
11. Amistad
Uno de los objetivos diarios por los que toda pareja tiene que trabajar constantemente es la amistad.
Tu pareja no es sólo tu amante: debe ser tu mejor amigo también.
¿Sabes cómo tratas a tu mejor amigo? Haces todo lo posible por comprenderlos, aceptar sus imperfecciones, estar a su lado en todo momento y no juzgarlos nunca.
Sin embargo, también espera el mismo trato a cambio.
Al fin y al cabo, es tu persona: la primera a la que acudes cuando tienes algún problema, la primera a la que cuentas todas las malas y buenas noticias y alguien cuyos consejos siempre tienes en cuenta y escuchas.
Es tu confidente, la persona a la que no te avergüenza mostrar tu lado más oscuro, alguien a quien no temes exponer tus vulnerabilidades y a quien consideras tu familia.
Aunque debes mantener una vida social sana y las amistades que tenías antes de casarte, tu cónyuge debe convertirse en tu amigo número uno.
Además de todo esto, debe ser la persona con la que más te guste pasar el tiempo, con la que te diviertas y junto a la que puedas ser tú mismo.
12. Soporte
¿Recuerdas tus votos matrimoniales? ¿Cómo prometieron no separarse nunca, pasara lo que pasara?
Eso incluye el apoyo incondicional.
Establecer objetivos inteligentes en el matrimonio significa contar con tu cónyuge para que te apoye cuando todos los demás te abandonan, para que esté a tu lado en la salud y en la enfermedad y para que crea en ti incluso cuando pierdes la fe en ti mismo.
Tu pareja debe ser la persona en la que puedas confiar, a la que puedas contarle tus secretos más profundos, a la que puedas confiarle tu vida y que nunca te deje colgado.
Deben ser el viento bajo tus alas, tu mayor admirador y aliado, alguien que te empuje hacia adelante y que no te deje rendirte.
13. Aceptación
Cuando establezcas tus propios objetivos para tener un matrimonio próspero, no olvides aceptar a la otra persona tal y como es.
Por supuesto, toda relación, y especialmente algo tan serio como el matrimonio, exige adaptación hasta cierto punto.
Sin embargo, eso no significa que ninguno de los dos deba cambiar la esencia de su personalidad sólo para complacer a la otra persona.
No te engañes: tu amor no puede cambiar a nadie y si intentas modificar a tu pareja o moldearla para que se ajuste a tus normas, cuando en el fondo no es eso lo que quiere, condenarás a ambos a una vida de miseria.
Tú y tu cónyuge sois adultos. Sois individuos con personalidades ya formadas, así que no tenéis más remedio que aceptaros completamente el uno al otro, junto con todos vuestros defectos.
Es importante tener expectativas realistas pero claras y normas desde el primer día.
Comprueba si sois compatibles antes de casaros y si es la persona junto a la que te ves envejeciendo.
Si te das cuenta de lo contrario, puedes aceptar sus imperfecciones o alejarte a tiempo.
Recuerda: a nadie le gusta que le digan lo que tiene que hacer o cómo tiene que comportarse para gustarte más.
14. Confianza
Otro objetivo inteligente para tu matrimonio es la confianza mutua.
Esto significa que ninguno de los dos dudará de las palabras de su pareja, que creerá que no le engañaría ni le traicionaría de ninguna manera posible y que no habrá ningún problemas de confianza en tu matrimonio.
Los celos también son un aspecto importante de la confianza.
Sí, en toda relación sentimental hay una dosis de celos sanos, pero en cuanto se convierten en posesividad, es hora de hacer algunos cambios entre vosotros.
15. Amor
Por último, no tiene sentido alcanzar ninguno de estos objetivos realistas de los que hemos hablado si no hay amor.
Usted y su cónyuge deben amarse incondicionalmente y para siempre si esperan que su relación funcione.
No me malinterpretes: no estoy diciendo que el amor sea el único objetivo matrimonial al que debas aspirar porque, lamentablemente, hay ocasiones en las que simplemente es... insuficiente.
Sin embargo, es definitivamente crucial y sin ella, todo lo demás es en vano.