Hace poco leí la siguiente cita en alguna parte: Sé lo que aporto a la mesa y no me da miedo comer solo. He tardado dos largos días en comprender de qué va esta cita.
Lo primero que me vino a la mente es alguien que lleva comida real y física a la mesa.
Sabe lo que trae y por eso no tiene miedo de comer solo. No teme que nadie le abandone porque conoce el verdadero valor del alimento que lleva.
Esta es una interpretación básica de la cita, pero cuando se profundiza en ella, uno se da cuenta de su verdadera belleza. Puede aplicarse básicamente a cualquier cosa y su significado sigue siendo el mismo.
Si quieres que los demás te aprecien, tienes que saber lo que vales.
Esto es lo primero que debes recordar para comprender el significado de la cita. Vuelve a leerla si es necesario.
Absórbalo. Siente su belleza. Esta sencilla afirmación significa que tienes que saber lo que vales (tienes que saber lo que aportas) si quieres que los demás te aprecien.
Algunas personas han olvidado lo dignas que son y se dan por sentadas, lo que pronto les lleva a decepcionarse de los demás. Tienes que entender que todo empieza por ti.
Tienes que darte cuenta de tu valor y mostrárselo a los demás para que sepan que no pueden tontear contigo.
No dejes que nadie te diga que no eres digno de ser respetado y apreciado por lo que eres.
Eres increíble y eres suficiente. Y aunque la mayoría te diga lo contrario, ¡contrástales y demuéstrales que no tienen razón!
Eres el único que sabe qué retos has tenido que superar para llegar a ser quien eres hoy. Eres el único que conoce tu capacidad de amar, dar y recibir.
Y tú eres el único que puede decirles que eso es lo que eres, y más vale que lo aprecien o te irás con esos increíbles rasgos tuyos a otra parte, a otra persona que los aprecie.
Pon límites.
La gente comete errores. Yo cometo errores. Tú cometes errores. Y eso es lo que nos hace humanos.
Está permitido cometer errores, pero también hay que saber cuándo disculparse o cuándo decir basta.
Si quieres que los demás te respeten, debes fijar tus límites y ceñirte a ellos. Si alguien te dice algo amable, dale las gracias.
Pero, si alguien te cabrea, no seas amable con él. Muéstrales tu rabia y te respetarán.
Demuéstrales que eres tan humano como ellos, pero demuéstrales también que no eres un humano cualquiera.
Eres un ser humano con un gran corazón, y eso es lo que te distingue de los demás. Y si no aprecian tu gran corazón, desde luego no merecen tu tiempo.
La vida es demasiado corta para perder el tiempo con personas que no merecen tu segundo. Nunca debes convertir en una prioridad a alguien que no está dispuesto simplemente a estar a tu lado.
Diles que aprecias demasiado tu vida como para perder el tiempo con gente como ellos. Diles: ¡Es suficiente!
Tienes que aprender a quererte por lo que eres.
Tienes una voz única. Tienes una forma única de pronunciar ciertas palabras.
Tienes una forma única de andar, de saludar a la gente y de sonreír. No hay una sola persona en el mundo que comparta tus rasgos y habilidades.
Tú eres tú. ¿Y por qué dejarías que alguien te dijera que no estás haciendo algo bien (si no tiene una razón válida para ello)?
¿Por qué dejarías que te hicieran odiarte por lo que eres? ¿Que te hagan desear ser otra persona? No hay bien ni mal.
Nadie puede decirte que tu forma de caminar y de comportarte es incorrecta porque no está autorizado a juzgarte.
Usted es una creación propia. Todo lo que haces representa tu mente, deseos y anhelos únicos. Tienes que aprender a quererte por lo que eres, porque eres increíble.
Y si no aprecian lo que traes a la mesa, deja que coman solos.
Si no te aprecian por lo que eres, no cambies. Si no aprecian tus esfuerzos, deja de intentarlo.
Si no aprecian tu amor, entrega tu corazón a otra persona. Pero no dejes que te den por sentado.
No dejes que piensen que harás cualquier cosa para hacerles felices. Si no estás contento con algo, vete.
Demuéstreles que conoce tu valor Y si no lo respetan, déjalos. Déjalos porque eres lo suficientemente bueno .
Déjales porque tú tienes tus normas y no vas a cambiar sólo para apaciguar su naturaleza codiciosa.
Y si no reconocen tus esfuerzos y te estás matando por conseguir algo, déjalos.
Déjalos porque sabes que diste todo de ti, y ellos aún no son capaces de reconocerlo.
Y cuando das todo de ti, tienes todo el derecho a esperar que se note y que recibas algo a cambio.
Espera a alguien que te respete y te quiera por lo que eres.
No dependes de nadie. Vuelve a recordarte que eres una creación única y que mereces a alguien que te trate con respeto, que te quiera por lo que eres.
Y si no te aprecian en tu peor momento, seguro que no te merecen en el mejor.
Muestra tus verdaderos colores. Baila, sonríe, muestra rabia y espera a que alguien se fije en tu verdadera belleza.
Recuerda que tú no eres tu pasado. No eres tus malas decisiones ni tus errores.
Estás aquí, viviendo el presente, y si estás leyendo esto, significa que eres consciente de ti mismo y no tienes miedo de inspirarte en las cosas que te rodean.
Ves el bien en todo el mundo, y por eso debes esperar a alguien que vea lo mismo en ti.
Pero, por favor, no intentes ser perfecto. Sepan que no tienen que ser perfectos para ser amados y respetados.
Las personas correctas te querrán por lo que eres. Aceptarán tus imperfecciones y se quedarán contigo.
Las personas correctas nunca se irán, pase lo que pase, porque conocen la belleza de ser un ser humano imperfecto que vive en un mundo imperfecto.