A lo largo de mi vida, he tenido mi buena ración de relaciones tóxicas y chicos que nunca supieron darme lo que necesitaba y simplemente quererme.
Nunca lo ves realmente en ese momento, y siempre intentas idealizar y romantizar lo que tienes, porque estás tan ansioso por encontrar lo que buscas que vas en contra de ti mismo y toleras lo que no deberías.
En retrospectiva, muchas de mis relaciones superaron totalmente su marca de duración mucho antes de que yo les pusiera fin.
Ahora lo veo claro, pero en aquel momento no me di cuenta de nada.
Siempre aguanté cosas que no debía, porque creía que si me importaba lo suficiente, el chico saldría adelante.
Vería mi esfuerzo y decidiría contribuir y ofrecer algo sustancial para variar. Casi nunca ocurría.
Me he hecho ilusiones más veces de las que me gustaría admitir y, francamente, tengo la mitad de la culpa. Y ese es todo mi punto aquí.
Cuando el chico te sigue demostrando lo poco que le importa y lo poco que está dispuesto a ofrecer, y tú sigues decidiendo ponerle excusas, estás permitiendo ese comportamiento tóxico en él.
Él ve que puede salirse con la suya siendo el culo de un novio, y lo utiliza en su beneficio. ¡Así que deja de permitírselo!
Eres digno de alguien que te amará cada hora del día, y no sólo cuando le conviene.
Te mereces a alguien que te mande un mensaje primero y haga planes contigo porque QUIERE verte, y no porque sienta que tiene que hacerlo.
Eres digno de alguien que apreciará tu esfuerzo demasiado como para tomárselo tan a la ligera.
No dejes que el miedo a la soledad te haga elegir el tipo equivocado.
En lugar de eso, decide que vas a ir sola hasta que aparezca en tu vida el chico al que de verdad le importas. Y ni un minuto antes.
Durante mucho tiempo me he esforzado al máximo, pero la mitad de las veces me quedaba colgado.
Siempre me he sentido inútil y como una mierda, pero nunca he sabido cómo defender lo que merezco. Siempre tuve miedo de que nadie me considerara suficientemente buena.
Pensé que era demasiado difícil de amar y decidí aceptar trozos antes que estar soltera.
Y ese es el mayor error que se puede cometer. Las excusas no hacen una relación. El esfuerzo sí.
Cuando te conformas con un comportamiento que sólo te deja satisfecho a medias, eso es todo lo que vas a conseguir.
¿Y es eso realmente lo que quieres? Algunos no se molestan en aparecer cuando los necesitas, y eso es cosa suya.
Agradece que te mostraran su verdadera cara antes de que cayeras demasiado fuerte.
Algunos tíos se creen muy machos si no te muestran el respeto que te mereces y aprecian lo que les das.
Y esos tipos son exactamente con los que no quieres acabar.
Quieres encontrar a un chico que pueda darte lo que necesitas y que no te agote a diario.
Un chico que aprecie tu esfuerzo, ponga la misma cantidad de trabajo y nunca te falte al respeto ni te haga sentir que no vales nada.
Eso es lo que un hombre de verdad realmente es. Alguien que no teme mostrar su lado emocional y que se mantiene fiel a su palabra.
Cualquier otra cosa no merece la pena.
Tus necesidades son importantes. Te mereces a alguien que te trate como a una reina al final de un día largo y agotador.
Alguien que te pregunte cómo estás y que realmente quiera oírlo.
Eres una mujer fuerte, segura de sí misma, que no tiene tiempo para excusas ni gilipolleces.
Y el próximo tipo que aparezca en tu puerta con cero esfuerzo puede mostrarse fuera inmediatamente. Aprender de mis errores.
Tardé mucho tiempo en darme cuenta y aceptar que, por muy ocupada que esté una persona y por muchas cosas que tenga entre manos, si quiere verte, ¡va a verte!
La gente siempre encuentra tiempo para aquellos a los que realmente quiere dedicárselo.
Recuérdalo la próxima vez que inventes una excusa para explicar por qué te ha vuelto a abandonar.
No eres difícil de querer, simplemente estás demasiado acostumbrado a estar rodeado de gilipollas que no pueden (ni podrán nunca) darte lo que necesitas.
Incluso en tus días más oscuros, cuando no te amas a ti misma, el hombre que es adecuado para ti te va a amar como el demonio.
Él va a luchar por ti y nunca dejará que te menosprecies.
Te hará sentir lo que todos esos morosos no pudieron, y entonces comprenderás por fin la importancia de valorarte a ti mismo por encima de cualquier otra persona.
Sólo cuando por fin te des cuenta de que eres digna de ese maravilloso tipo de amor, te permitirás dejar ir a los hombres indignos y aceptar sólo lo que hace que tu corazón lata a mil por hora.