Aquí estás de nuevo, repitiendo el mismo viejo escenario, esperando que algo cambie. Esperando que se dé cuenta de lo que vales y te trate mejor.
Mira dentro de tu alma y sé sincero contigo mismo-nunca va a cambiar.
No quiere cambiar. Él ya piensa que es grande y en los días en que él mismo no puede justificar sus acciones, él te culpa por su comportamiento.
Te culpa de todo porque es más fácil que admitir que está equivocado. Es más fácil hacerse la víctima que ser un hombre y enfrentarse a sus acciones.
Es más fácil que ver un fallo en su sistema e intentar mejorarlo.
Claro, hay días en los que jura que cambiará. Suelen ser los días en los que teme perder para siempre el control que tiene sobre ti.
Pero en cuanto le perdones, en cuanto sienta que vuelves a caer en sus mentiras, volverá a las andadas. Te hará daño una y otra vez, mientras se lo permitas.
Volverá a faltarte al respeto. Volverá a no mandarte mensajes, a no encontrar tiempo para ti y a no darte el apoyo emocional que tanto necesitas.
Con él, siempre va a ser lo mismo. El mismo escenario seguirá repitiéndose hasta que decidas que ya es suficiente.
Deja de ponerle excusas. No las hay.
No hay nada en este mundo que pueda justificar todas las lágrimas que rodaron por tu cara. No hay nada que pueda compensar la falta de amor y respeto.
Sé que te rompe el corazón que, por mucho que le quieras y por muchas veces que hayas intentado que las cosas funcionen, nunca haya sido suficiente.
Pero no te castigues. No es culpa tuya. No había nada que pudieras haber hecho mejor o dicho de forma diferente para cambiar el resultado final; simplemente se enamoró de la persona equivocada.
Es hora de que abras los ojos y lo veas. Te mereces una vida mejor que esta.
Te mereces la felicidad que él nunca supo darte. Mereces ser amada por alguien que sepa amar.
Él no es ese hombre. Sólo se ama a sí mismo. Sólo está atento a sus necesidades, sólo se preocupa de sus propios intereses.
Sólo le interesan las cosas que puede quitarte porque no tiene nada que dar.
Abre los ojos y mira lo que podría ser tu vida sin él. Podrías liberarte de esta montaña rusa emocional que te da náuseas todo el tiempo.
Podrías encontrar por fin esa paz interior de la que él te ha privado.
Lo que tienes con él o tuviste con él, como prefieras, no es la historia de amor de tu vida. Es sólo un mal capítulo que tuviste que vivir para salir fortalecida de él.
Para que pudieras romper y sanar y no volver a repetir el mismo error.
Él no es el indicado para ti, sólo es alguien que tuvo que enseñarte cómo debe ser el amor, con qué no debes conformarte.
Reconócete a ti misma que con él te estás conformando. Te estás conformando con algo que va y viene y se lleva partes de ti con él.
Te estás conformando con inversiones bajas y fragmentos de amor. Te estás conformando con una vida sin alegría.
No te subestimes. No tengas miedo de estar solo. Ser soltero puede ser una bendición en sí misma si se mira de la manera correcta.
Por otro lado, permanecer en una relación de mierda, perdonar constantemente a alguien que está más allá del perdón, creer en un cambio que nunca sucederá, sólo te destruirá.
Sálvate de sus garras tóxicas. Deja de perdonarle y en su lugar pídele perdón a ti misma, porque te quedaste cuando en el fondo sabías que debías irte.
Déjalo ir y agárrate a ti mismo. Quiérete con cada átomo de tu ser. Sé una mujer que tiene el valor de valerse por sí misma y construir su propia felicidad.
Lo tienes, puedes hacerlo por ti misma, él sólo se interpone en tu camino.