Todos los niños merecen tener un papá y una mamá. Sé que a menudo se dice que las madres son las que a veces desempeñan ambos papeles haciendo un esfuerzo adicional por sus hijos, pero en mi caso, tú fuiste el único que se esforzó. Fuiste el único que fue padre y madre para mí y nunca dejaste que me sintiera mal por no tener a mi padre con nosotros.
Gracias a ti, a mi madre, a mi héroe, a mi guerrero, nunca anhelé el amor de un padre porque te aseguraste de dar suficiente tú solo. Y hoy quiero agradecerte todo lo que hiciste por mí. Así que mamá, si estás leyendo estas líneas, quiero que sepas esto:
Gracias.
Por llevarme de la mano durante tanto tiempo, cuidando de que nunca me pasara nada malo. Gracias por secarme las lágrimas de los ojos cada vez que otros niños me insultaban, diciéndome que mi padre nos había dejado porque yo no valía nada. Gracias por protegerme de las malas palabras y por decirme siempre que soy especial y única tal como soy.
Ahora que soy adulta, cumplo todas las cosas que me dijiste y son como mis reglas que nunca rompo. Tus palabras tenían tanta sabiduría mamá, y ahora que soy una persona adulta, puedo entenderlas totalmente.
Ahora comprendo que me querías incluso cuando yo no me quería a mí misma. Siempre me diste suficiente espacio y tiempo para que pudiera convertirme en la persona que soy hoy. Nunca te burlaste de mis sueños, diciéndome que algo era imposible, sino que siempre fuiste el viento bajo mis alas, diciéndome que sólo tenía que cerrar los ojos y desear con todas mis fuerzas que algo sucediera. Gracias a ti hice realidad mis sueños y por eso siempre te estaré agradecido.
Así que, mamá, ¡gracias!
Gracias por alejarte de mí y darme espacio cuando más lo necesitaba. Vivir conmigo cuando era adolescente fue de todo menos sencillo. Pero nunca me gritaste ni me mostraste que era duro pasar por todo ese proceso sola. Nunca dijiste que yo fuera un problema para ti, ni siquiera cuando convertí tu vida en un infierno. Siempre me dijiste que yo era una bendición, lo mejor que te había pasado y que siempre lo sería.
Y por eso, ¡gracias!
Gracias por estar orgulloso de mí por cada uno de mis éxitos. Gracias por animarme, no sólo por ti, sino también como padre. Gracias por asegurarte de que nunca sintiera que no estaba ahí. Gracias por ser a la vez mi madre y mi padre, mamá.
Ahora que tengo mis propios hijos, veo lo difícil que es criarlos aunque tengan un padre que siempre está ahí. Y no puedo imaginarme lo difícil que fue para ti criarme cuando estábamos solos y cuando tenías que trabajar en dos empleos distintos solo para proporcionarme las cosas que necesitaba para la escuela.
Gracias por aguantarme cuando me enfadaba contigo. Gracias por no dejarme solo para que pudieras irte y disfrutar de tu vida con otro hombre. Gracias por poner tu vida amorosa en espera sólo para que yo no me sintiera abandonada. ¡Mamá, gracias por todo! Gracias a ti, soy la persona que soy hoy.
Sé que diste lo mejor de ti para criar a un niño feliz y debo decir que lo conseguiste. Gracias por estar siempre a mi lado, por pasar noches en vela mientras estaba enferma, cuidando de mí. Gracias por hablarme de mis secretos más oscuros y de las cosas que me hacían daño.
Gracias por consolarme cuando me rompieron el corazón por primera vez. Gracias por cuidarme como si fuera la niña de tus ojos. Y sobre todo, gracias por amarme incondicionalmente.
Gracias por tu silencio porque me enseñó a pensar realmente en las cosas que hacía. Gracias por comprenderme incluso en los días en que pensé que no lo hacías.
Siempre supiste llegar a mi corazón. Siempre supiste darme consejos sin herirme ni hacerme parecer incapaz. Gracias por tratarme con enorme respeto y cariño y, sobre todo, gracias porque eso nunca cambia.
Como cualquier madre, siempre me miraste como alguien que necesitaba tu protección. Pero esta vez quiero que descanses. Mamá, sé que ya te estás haciendo mayor, así que, por favor, déjame protegerte. Déjame ser el muro en el que te puedes apoyar cada vez que sientas que te vas a caer. Déjame ser tu roca mamá, como tú fuiste la mía todo este tiempo.
Déjame cuidarte como tú me cuidaste cuando era niño. Déjame demostrarte que tú también tienes a alguien en quien confiar cuando los tiempos se ponen difíciles. Déjame pasar un rato contigo para agradecerte como es debido que me moldearas hasta convertirme en la persona que soy hoy. Permíteme finalmente darte las gracias por haberme hecho así de perfecta, mamá.
El amor,
Su hija