Sé que tienes ganas de contárselo todo y hacerle sufrir, pero eso es lo peor que puedes hacer. La regla de oro es no llamarle y no enviarle mensajes de texto.
Si le mandas un mensaje o, peor aún, le llamas, pensará que todo vuelve a ser como antes y que tú sigues siendo esa mujer tonta que pide disculpas.
No lo hagas. Tienes que hacerle saber que te ha hecho daño, pero que no estás enfadada con él, sino decepcionada.
Gritar por teléfono sólo tendrá un efecto contrario, y no querrás confundirle ni hacerle creer que estás desesperada. No lo estás.
Eres perfectamente consciente de lo que ha pasado, y tienes todo el derecho a estar decepcionada. Gritarle sólo significará que estás enfadada con él, pero si le ignoras, pronto se arrepentirá de lo que te ha hecho.