¿Alguna vez has conocido o salido con alguien que te hiciera sentir que estaba por encima de ti?
¿Alguien que se considera perfecto e intachable? ¿Alguien que necesita tu admiración y la de los demás?
Si la respuesta es afirmativa, es posible que haya tratado con alguien que padecía un defecto de personalidad que se conoce como complejo de Dios.
El complejo de Dios es una autoimagen delirante basada en un narcisismo incontrolado, una arrogancia exagerada y una necesidad de tener el control, humillar y, a veces, burlarse de otras personas de forma que se sientan inferiores o indignas.
A pesar de todas las similitudes con un Trastorno Narcisista de la Personalidad, este complejo es un defecto de la personalidad y no está clasificado como un trastorno.
En cualquier caso, hay una delgada línea entre ambos y no se puede decir cuál de los dos es peor.
Las personas que tengan la desgracia de cruzarse con alguien narcisista o con complejo de Dios verán su vida marcada por el terrible encuentro.
Si reconoces estos signos en tu pareja, seguramente tiene complejo de Dios:
1. Tiene la costumbre de interrumpirte mientras hablas
No importa si lo que le estás contando es de gran importancia o se trata de algo aleatorio e insignificante, ni siquiera pestañeará antes de interrumpirte.
Desviará toda la conversación hacia sí mismo. Y de ese modo, enviará un mensaje claro de que sólo se preocupa por sí mismo y no tiene ningún interés por tu vida o tus pensamientos.
2. Su nivel de arrogancia está por las nubes
Es el epítome de la perfección, si le preguntas, así que trata a todos los demás como inferiores. Actúa como si su importancia fuera mayor que la de los demás.
Lo saben todo sobre cualquier cosa. Actúan como si lo supieran todo y desafían tu lógica.
3. Se trata de cómo le hace parecer
Lo hace todo para mantener una imagen perfecta de sí mismo. Cuando le conociste, probablemente pensaste que era demasiado bueno para ser verdad. Hablaba bien, era ambicioso y estaba a tu servicio.
Puede que te sorprenda al principio, puede que te envíe párrafos bonitos, mantener el contacto regularmente, hacer planes para que salgas, básicamente bombardearte de amor y meterse en el personaje de un novio perfecto.
Pero con el paso del tiempo, verás que no es nada de eso. Quiere ser alguien a quien todo el mundo admira, pero en realidad dista mucho de serlo.
Una persona con complejo de Dios puede ser estupenda para la sociedad en general, pero extremadamente mala en el amor o en cualquier otra relación personal cercana.
4. Te convence de que es insustituible
Lo hace con tanta habilidad porque realmente cree que lo es. Hará todo lo posible para hacerle creer que no hay nadie como él en este mundo.
Te convencerá de que es lo mejor que tendrás nunca y de que tu vida perderá sentido si él no está en ella.
Obviamente no es cierto, pero sabe que alguien que siente algo por él se deja manipular fácilmente para que piense eso.
5. Es demasiado dominante
Si tiene complejo de Dios, querrá opinar sobre casi todo lo que hagas.
Incluso llegará a tomar decisiones en tu lugar.
En realidad no le importa cómo te hará sentir, sólo le preocupa su beneficio en todo ello.
Recurrirá a juegos mentales y no se detendrá ante nada para conseguir lo que quiere de ti.
6. Te dirá que no le aprecias
Un hombre que tiene complejo de Dios creerá de verdad que deberías tener suerte de que él esté en tu vida.
Te dirá que da demasiado y que eres desagradecida e indigna de él.
No creas todo lo que sale de su boca. Que él lo crea no significa que sea cierto.
Su agenda es bajar tu autoestima, hacerte sentir menos para poder influenciarte con más facilidad.
7. Cree que tiene derecho
Piensa que todo el mundo, incluida tú, debe estar a su servicio. No importa lo mucho que te esfuerces o lo que hagas por él, lo dará todo por sentado.
No sabe valorar a alguien porque cree que la gente está ahí para complacerle y hacerle feliz.
Y no, a él no le importa si eres feliz o si tus necesidades están cubiertas cuando se trata de su comportamiento e inversión hacia ti.
8. No soporta las críticas
Si le preguntas a él, es incapaz de cometer ningún error, así que por qué iba a disculparse por ello.
No puede admitir ante sí mismo ni ante nadie que hizo algo mal.
Por eso se ha convertido en un experto en echarte toda la culpa a ti (o a cualquier otra persona) para interpretar su papel de víctima.
9. Es un juez implacable
Sientes que mira cada uno de tus movimientos con desaprobación. Si has hecho algo bien, él lo haría mejor.
Si hiciste algo que no debías, seguirá restregándotelo por las narices hasta que te vuelvas loco.
No tiene piedad ni consideración cuando se trata de ti o de cualquier otra persona que no sea él y no dudará en juzgar a otras personas, no importa de qué se trate.
10. Es adicto al poder
A estas alturas ya te habrás dado cuenta de que le gusta tener poder sobre alguien con quien mantiene una relación sentimental.
Pero su apetito es mucho mayor. Quiere tener poder sobre todo lo que hace en la vida.
Por eso es alguien extremadamente ambicioso o exitoso o que se esfuerza por serlo.
Sin embargo, no tiene confianza en sí mismo, simplemente actúa así. Su comportamiento es un sustituto de su baja autoestima.
Ahora que conoces los signos de un hombre que tiene complejo de Dios, te será más fácil detectarlos y mantenerte lo más alejada posible de ellos.
Ten en cuenta que un hombre con complejo de Dios puede ser encantador y tan dadivoso al principio, hasta que te atrae a su red de manipulaciones y dominación.
Un complejo de Dios, en su esencia, es narcisismo incontrolable y debes tener cuidado cuando trates con alguien que encaje en ese papel.
Por eso deberías averiguar cómo callar a un narcisista, porque alguien con complejo de Dios es alguien de quien deberías huir aún más rápido.