1. Miedo. Temía por mi vida. Fuera donde fuera, tenía la paranoia de que me seguía.
Me asomé por las ventanas y me escondí detrás de los árboles. Estaba muerta de miedo de que volviera otra vez.
2. Como si nunca fuera a volver a ser el mismo. Mi dolor emocional se convirtió en real. Me dolía el pecho; el corazón me latía a saltos.
Me dolía físicamente. No podía subir un tramo de escaleras. Me quedaba sin aliento. Sus abusos me ponían físicamente enferma.
3. Mi autoestima estaba destrozada. No existía. Era muy insegura, tenía miedo de todo y escuchaba a todo el mundo menos a mí misma.
Estaba resentida conmigo misma por dejar que me destrozara. No pude confiar en mí misma durante mucho tiempo.
4. Perdí mi dignidad, y Me perdí. Necesitaba encontrar el camino para volver a vivir la vida que una vez conocí, pero el sendero estaba borroso.
Lo vi a lo lejos, pero por más que lo intenté, no pude llegar hasta él.
5. Tuve pesadillas que parecía una cruel y dura realidad. Me despertaba en mitad de la noche gritando su nombre y rogándole que parara.
Lloraba en sueños por las cosas que me había hecho. Mis sueños se convirtieron en la proyección del miedo con el que vivía: que volviera.
6. Era vulnerable. Todo me alteraba. No podía contener las lágrimas por la más mínima cosa que ocurría. En ese momento, parecía insoportable.
Parecía que nunca iba a desaparecer porque mi corazón y mi alma no podían soportar más problemas, más dolor. Era como una delicada flor abandonada a merced de un frío viento invernal: un solo golpe podía destrozarme.
7. Cada persona que conocía era una amenaza potencial. No sólo no podía confiar en mí mismo, Tampoco podía confiar en los demás. Ahuyenté a algunas buenas personas de mi vida porque no estaba preparada para dejar entrar a nadie en mi vida.
La vida me parecía entonces demasiado dura y demasiado mierda, y cada persona que conocía formaba parte de ella. Así es como lo veía.
8. Intenté ocultar el dolor y el desprecio, la rabia y la ira que crecían más y más cada día. Intenté actuar con normalidad.
Intenté ser feliz. Así que.., Puse una sonrisa falsa...pero mis ojos te contaron la verdadera historia. Mis ojos contuvieron la verdad.
9. No sabía lo que era la felicidad. Hacía mucho tiempo que no reía sinceramente. Hacía mucho tiempo que era yo mismo de verdad.
10. Me puse en guardia. No podía permitir que nadie se me acercara y me derribara. Me rompió y me llevó al fondo de la roca.
Me sumió en una oscuridad total, y ahora que por fin había visto la luz, apenas un atisbo de esperanza, no dejaba que nadie la comprometiera. Construí muros que nadie fue capaz de derribar.
11. No podía salir de la cama. No quería hacerlo. Me sentía segura allí, lejos de todos. Bloqueé a la gente que me quierey la ansiedad se convirtió en mi mejor amiga.
Estábamos juntos todo el tiempo. Era sólo un paso más hacia un estado emocionalmente abrumador. La ansiedad me tenía prisionero durante mucho tiempo.
12. La gente que me quería se quedó de todos modos. No me dieron la espalda. Los descarté porque quería estar solo.
Sabían que necesitaba tiempo, y nunca se fueron. Sabían que no podía superarlo tan fácilmente. Me soportaron; me dieron tiempo.
13. Me sentí juzgado. Sentía que la gente me miraba por encima del hombro y comentaba en silencio mi vida.
Me sentía culpable por necesitar tiempo para curarme, como si estuviera haciendo algo mal. Me harté de que personas que no tenían ni la menor idea de quién soy se entrometieran en mi vida.
14. Necesitaba que alguien me dijera que todo había terminado. Necesitaba tranquilidad.
Necesitaba que alguien me dijera que no va a pasar nada malo. Necesitaba saber que a partir de ahora voy a estar a salvo.
15. Me disculpé por cada pequeña cosa. Sentía que todo lo que ocurría a mi alrededor era culpa mía, así que enseguida decía "lo siento", incluso cuando no tenía por qué hacerlo.
Me acostumbré a asumir la culpa para evitar el maltrato emocional, para bajar los humos y calmarle. Siempre era culpa mía porque si decía algo diferente a eso, al final lo pagaría.
16. Sentí que necesitaba a alguien que cumplen sus promesas para cambiar. Estaba harto de mentiras y decepciones.
Si alguien me mintiera, preferiría que se fuera.
17. Voy a necesitar tiempo para vuelve a sentir el amor. No sé cuándo va a ocurrir.
Quizá mañana, quizá dentro de un día, quizá dentro de un año.