La buena noticia es que puedes curarte de una relación tóxica, por devastadora que haya sido. Puedes seguir adelante; puedes supera tu amor tóxico y el dolor que te causó.
Puedes arreglar tu corazón roto y pegarte de nuevo. Puedes levantarte de la tristeza y empezar de nuevo.
Sin embargo, tengo que decirte la dolorosa verdad (y esto es algo que nadie merece oír): nunca podrás recuperarte al cien por cien. Nunca podrás volver a ser la mujer que eras antes de que todo esto te golpeara.
El amor tóxico siempre deja cicatrices, incluso cuando crees que has reparado todas las heridas. Siempre deja estrías, incluso cuando crees que te has regenerado por completo.
Esto es algo que nadie te dice, pero el amor tóxico deja daños permanentes en tu corazón, alma y salud mental y aquí están los más comunes.
1. Arruina tus relaciones con otras personas...
Una de las peores consecuencias de tener un amante tóxico es el hecho de que a la larga consiga arruinar también todas las demás relaciones de tu vida, incluidas las amistades y las relaciones familiares.
Mientras estás con un hombre tóxico, él hace todo lo que está en su mano para distanciarte de todos los demás en tu vida.
Sobre todo con las personas más cercanas, porque son las que te quieren bien y potencialmente podrían abrirte los ojos con respecto a él.
Y eso es algo que una persona tóxica no puede permitir. Así que te lava el cerebro para que pienses que debes cortar lazos con todos los que le rodean y que él es suficiente para ti.
Incluso después de haber terminado con un hombre así, tratar así a tus seres queridos deja daños permanentes en vuestra relación en el futuro.
Y lo que es más importante, te guste admitirlo o no, sigues preguntándote si él tenía razón en algunos de ellos, aunque sabes que no deberías tener esos pensamientos.
2. ...y tus futuras relaciones románticas
No te mentiré, nunca serás el mismo después de sobrevivir abuso tóxico y esto se aplica especialmente a tus relaciones románticas.
A partir de ahora, siempre tendrás mucho cuidado cuando conozcas a alguien nuevo, buscando rastros de ese hombre malvado que te destruyó en cada chico que intente acercarse a ti.
Aunque los muros que has levantado tras él también pueden ser algo bueno, lo cierto es que dañaron tu futuro romántico para siempre.
Por mucho que lo intentes, nunca serás capaz de entregar todo tu corazón a otro hombre sin retener ninguna parte de ti misma.
La verdad es que tu ex tóxico consiguió matar a la chica inocente que solías ser. Consiguió matar a la joven que creía en los cuentos de hadas y en el amor eterno.
3. Te hace inseguro
Otro daño permanente que tu amor tóxico dejó en ti es tu creciente inseguridad.
Antes de conocer a este chico, eras una chica que creía en sí misma y no tenía problemas de autoestima. Sin embargo, todo esto cambió después de que él entrara en tu vida.
Ahora, no puedes evitar preguntarte constantemente si eres digna del amor de alguien. ¿Eres suficiente y llegará algún día un hombre que vea tu verdadero valor?
Además, toda esta inseguridad provoca tu problema de pensar demasiado. Aunque un chico te trate como a una princesa y haga todo lo posible para que te des cuenta de lo mucho que te quiere, nunca estarás completamente segura de su sinceridad.
Por mucho que intentes luchar contra ello, siempre queda una parte de ti que duda. Una vocecita en el fondo de tu cabeza, que te dice que las cosas irán cuesta abajo tarde o temprano y te advierte que nunca te relajes.
4. Provoca depresión y ansiedad
A pesar del estado de tu salud mental, dos de las consecuencias más comunes de una relación tóxica son depresión y ansiedad.
Por supuesto, todo esto puede curarse con éxito, pero no significa que no dejen huella en ti.
Las secuelas del amor tóxico suelen ser el autoaislamiento, la negatividad (o incluso tendencias suicidas), el pesimismo y la pérdida de fe.
La verdad es que después de pasar por algo así, nunca vuelves a mirar el mundo con los mismos ojos; nunca vuelves a ser la misma persona de antes.