El encierro parece una pesadilla viviente. No puedes salir con tus amigos, puedes haber perdido tu trabajo y solo puedes soñar con irte de vacaciones.
Sin embargo, veamos las cosas desde el lado positivo. Veamos qué podemos aprender de esta situación y cómo puede ayudarnos a mejorar nuestras vidas en el futuro.
Esperemos que esta crisis termine pronto. No obstante, si eres lo bastante listo, estas valiosas lecciones de vida se quedará contigo para siempre.
1. Tienes mucho que agradecer
Seamos sinceros. Antes de que ocurriera toda esta crisis, siempre te quejabas de tu vida.
Querías un trabajo mejor o un coche más caro, o no soportabas tu solo estado.
Ahora resulta más que evidente que en realidad tienes mucho que apreciar. De hecho, es obvio que has estado viviendo toda tu vida como un privilegiado, sin siquiera saberlo.
Dabas por sentado todo lo que tenías hasta ahora. Rara vez agradecías algunas de las cosas cotidianas que ahora empiezas a ver como bendiciones disfrazadas.
No sabías que debías apreciar tener un hogar, una familia o un trabajo. No te dabas cuenta de lo feliz que eras por tener el privilegio de llevar una vida ajetreada.
Tus amigos solían aburrirte soberanamente, pero ahora darías lo que fuera por tener la oportunidad de tomar un café con ellos.
No sabías cómo disfrutar de las pequeñas cosas, como pasar un día al sol o despertarte en tu propia cama cada mañana con ese molesto sonido de alarma.
Seguro que viendo las cosas desde este punto de vista, ese trabajo de mierda o ese piso de mala muerte del que te morías por mudarte te parecen un auténtico lujo, ¿verdad?
2. Tú eres tu propia prioridad...
Otra valiosa lección que le ha enseñado esta situación es la importancia de quererse a uno mismo. Después de todo, este es el periodo en el que pasas la mayor parte del tiempo a solas con tus pensamientos.
Por lo tanto, es mucho mejor que los que tienen compañía constante. Ahora es el momento de quererse y cuidarse.
Es el momento de la autointrospección y la superación personal. El momento de recapitular tu vida y reprocesar todo lo bueno y lo malo que has hecho hasta ahora.
Verás, te guste o no, no puedes escapar de tus pensamientos y sentimientos durante esta crisis.
Estás condenado a escuchar tu voz interior, lo que te hace darte cuenta de que reprimir tus sentimientos y huir de tus malos juicios no son opciones.
Has visto la importancia de cuidar tu salud mental.
La importancia de ser amable, pero sólo contigo mismo, y la importancia de la relación que tienes contigo mismo.
Puedes estar rodeado de un montón de gente, pero al final del día, te quedas contigo mismo. Así que más te vale querer a la persona que eres.
3. ...pero compartir es cuidar
Sin embargo, anteponerse a uno mismo no es excusa para ser egoísta. De hecho, este periodo es la mejor prueba de que todos formamos parte de la sociedad.
Al fin y al cabo, estamos todos juntos en esto. No eres responsable sólo de tu salud, sino también del bienestar de quienes te rodean.
Has visto que no puedes salir adelante como individuo aislado. Compartir es cuidar y todos necesitamos la ayuda de los demás para superar estas dificultades.
4. Pasas mucho tiempo persiguiendo cosas equivocadas
Ahora que tienes todo el tiempo del mundo, apuesto a que lo utilizarías de forma diferente a como lo hacías antes.
Este es el momento en que ves que en realidad estabas desperdiciando muchos años de tu vida persiguiendo a la gente equivocada y las cosas equivocadas.
De repente, tu desamor no parece tan importante. Parece que puedes arreglártelas bien sin ese amigo que te apuñaló por la espalda.
Tu coche de diez años parece estar bien y lo darías todo por poder volver a visitar ese lugar de vacaciones al que fuiste el verano pasado.
Ahora ves que en realidad te estabas molestando por cosas que no importan. Estabas destruyendo tu salud mental y tu paz interior por personas que no son tan cruciales para tu supervivencia como pensabas.
5. El mundo necesita cambiar
No puedes esperar a que las cosas vuelvan a ser como antes, ¿verdad? Sin embargo, ¿no es esto una advertencia para todos nosotros?
¿No es esta crisis una señal de que las cosas no deben volver a ser como antes? ¿No es evidente que hay que cambiar las cosas en el mundo?
¿No es evidente que todos necesitamos hacer algunas diferencias cruciales en nuestro comportamiento hacia los demás y, sobre todo, hacia nosotros mismos?
Este encierro puede enseñarte a olvidarte de las cosas materialistas. A olvidarte de las prisas constantes. A empezar a vivir el momento.
Y lo que es más importante, puede ayudarte a ti y a todos los demás a aprender a respetar más la naturaleza y todos sus seres vivos.