El ángel rizado
El ángel enroscado es sin duda una de las posturas sexuales más íntimas. Su base es la cucharita, así que te da esa sensación inmediata de cercanía.
Después de adoptar la postura de la cucharita, la mujer debe acurrucarse un poco de lado con las rodillas levantadas hacia el pecho. Esto permite a su hombre una penetración profunda e intensa.
Él tiene las manos libres para explorar, acariciar y burlarse de la zona frontal de ella. Sus cuerpos se entrelazan con pasión y dulzura todo el tiempo.
Flor de loto
El hombre debe sentarse y cruzar las piernas, adoptando la posición de Buda. Después, la mujer se sienta sobre las piernas de él y presiona los muslos sobre su pecho, subiendo las piernas a los hombros de él.
Esta postura puede parecer un poco extravagante, pero está llena de ternura y sexualidad. Permite a la pareja explorar sus límites físicos explorando un nuevo movimiento.
También les permite cerrar los ojos y se besan durante el coito y, al hacerlo, aumentan su tensión sexual y establecen una conexión más firme.
Posición del misionero
El más sencillo, habitual y eficaz de todos los movimientos. El hombre está encima y es él quien hace todo el trabajo.
Pero es igual de satisfactorio y alucinante para ambos. Puede haber mucho contacto visual y besos de por medio.
Podrá disfrutar de la vista y ver claramente cómo su amada se derrite de placer, lo que le excitará aún más.
Los gestos y sonidos de placer de su cara serán todo el "pago" que necesita por sus esfuerzos.
Puede agarrarle por los brazos, subirle y bajarle por la espalda con los dedos, apretarle el culo o acercarle a ella para que se conviertan en uno solo.
Aunque a primera vista, y junto a las demás que aquí se enumeran, esta postura sexual parece bastante básica, a veces es la mejor y todo lo que necesitas para conectar con tu pareja a un nivel más íntimo.
La posición de Géminis
En esta postura, un hombre y una mujer se sientan uno frente al otro. Esto les permite mantener un contacto visual constante y mirarse a la cara, que está llena de alegría.
Él se sienta en una superficie plana con las piernas estiradas, ligeramente abiertas y dobladas por las rodillas. La mujer se sienta frente a él, pone las piernas en sus caderas y dobla las rodillas.
Él se apoya colocando las manos detrás de sí y apoyándose en ellas. La mujer hace lo mismo y vuelve a poner las manos, colocándolas a los pies del hombre.
Él la rodea con sus brazos, estrechándola en un fuerte abrazo. Ella le pone las manos alrededor del cuello y, al hacerlo, lo atrae cada vez más cerca.
La sed
Tanto el hombre como la mujer se tumban de lado uno frente al otro, ella le pasa el brazo por el cuello, agarrándose a él y abrazándolo mientras él refleja sus movimientos.
Su otro brazo está colocado detrás de su espalda.
Desliza una pierna entre las piernas de ella para poder penetrarla más profundamente. Mientras está en esta posición hace movimientos suaves, besándole los labios y el cuello.
Esta posición también le permite acariciar su espalda y apretar su trasero.
Toda la relación sexual será muy atractiva para todos los sentidos. Encenderá la pasión de la pareja y la hará más sensual.