Las relaciones son difíciles. Las hay falsas, tóxicas, unilaterales y destructivas. Parece casi como si estar soltero fuera la mejor opción, pero por el simple hecho de que sabemos que el amor merece la pena, lo intentamos.
Las relaciones destructivas no se detectan fácilmente. Están llenas de energía negativa, mucha rabia y mucha culpa por dentro, pero por fuera todo son sonrisas. Parecen perfectas hasta el final, cuando uno de los dos se rompe o se va. Y nunca es un final bonito.
Ayudar a alguien en un relación destructiva es duro, pero si eres tú quien está atrapado en una relación así, ¡huye por tu vida! No tiene sentido salvarla. No tiene sentido seguir en ella. Acaba con ella antes de que acabe contigo.
Emocional
Abuso emocional y mental es probablemente uno de los peores. Este abuso hace mella en tu salud mental, en tu confianza e incluso en tu cordura. Puede ir desde socavar tus habilidades, menospreciarte a ti y a tus esfuerzos, hasta manipulaciones tan graves que ya no sabes qué es la realidad y qué ha pasado en tu cabeza.
Puede criticarte hasta el punto de que te sientas inútil y afortunada por tenerle cerca, lo que hace que te encariñes con él. Puede manipularte hasta el olvido y aislarte de todos tus amigos y familiares. En ese caso, será el único con quien puedas contar. Todo el propósito de este abuso es que él tenga poder sobre ti, sobre tus emociones y tu vida.
Si notas alguna de estas cosas en tu relación, intenta hablar con él. Si te culpa o incluso llega a hacerte sentir culpable por hablar de ello con él (lo que suele ocurrir cuando se trata de este tipo de maltrato), ¡huye! Sólo conseguirás empeorar las cosas.
Verbal
El maltrato es maltrato, aunque no sea intencionado. Si las palabras de tu pareja te hacen daño, tienes que decírselo. La comunicación es la clave y si es algo que hizo accidentalmente, se asegurará de no volver a hacerlo. En cambio, si te echa la culpa a ti o intenta hacerte sentir loca por sentirte herida, déjale. Estás tratando con un abusador que está usando palabras y juegos en lugar de puños. Y como he dicho, el abuso es abuso, independientemente de la técnica.
Finanzas
La idea del maltrato es tener el control sobre alguien, y para algunos maltratadores la forma más fácil de conseguirlo es el abuso económico. Ejemplos de abuso financiero son que alguien tome el control de todo el dinero de la casa o que impida a su pareja conseguir un trabajo para poder tener dinero propio. El maltratador puede incluso quitarte el acceso a tus cuentas bancarias y tarjetas de crédito para que no puedas dejarle.
Cuando no tienes dinero, no puedes irte. Y esa es la manera perfecta para que él te mantenga cerca. E incluso existe la posibilidad de que se endeude con tus tarjetas y a tu nombre, lo que te dificultará conseguir un trabajo más adelante. Es la forma perfecta de fastidiarte la vida, sólo para tener el control sobre ella. Si notas que hay algo raro en sus exigencias sobre el dinero o tu carrera laboral, ¡ten cuidado! Podrías estar atrapada con un maltratador financiero.
Físico
Cuando alguien menciona la palabra "maltrato", éste es el primer pensamiento que se le pasa por la cabeza... maltrato físico. Aunque sea el más obvio, es más profundo que usar la fuerza contra alguien más débil. Se trata de intimidar a alguien con su tamaño y poder. Cuando un hombre acorrala a una mujer mucho más pequeña, le quita cualquier posibilidad de escapar e implanta el miedo en su mente.
En el momento en que alguien te levante la mano a ti o a alguien que te importa, déjalo y avisa. Nadie merece irse con miedo al próximo golpe. Y no hay nada más doloroso que ver a alguien a quien quieres estremecerse cuando intentas abrazarle porque espera que le pegues. Destruye a la víctima de esa relación y a todas las personas que la rodean. Los ves heridos y no puedes hacer nada al respecto, excepto darles tu amor y tu tiempo.
Sexual
No significa no. No siempre significa no. No importa si se lo dices a un tipo en el bar, a tu cita o a tu marido. Es un no. Países de todo el mundo están haciendo leyes para proteger a las mujeres en casa, porque el abuso sexual puede ocurrir incluso si estás casada. Es tu derecho decidir cuándo tener relaciones sexuales y cuándo no, no el de nadie más. Es tu cuerpo, tu elección y tu mente. Nunca dejes que nadie te lo arrebate.
Por desgracia, no todos los países del mundo son capaces de proteger a las víctimas como se merecen. Si notas que tu pareja no respeta tu cuerpo ni tus deseos, tampoco respetará tus decisiones. Abandona cuanto antes una relación así porque, en ese caso, la única que puede protegerte eres tú.