Llevar tacones altos, perfume (aunque sólo vayamos a la tienda), mantener nuestro maquillaje a punto y cosas así no es algo que hagamos por ti. Lo hacemos por nosotras porque hacer algo bonito por nosotras mismas y disfrutarlo nos sienta de maravilla.
Así que no creas que nos desviamos de nuestro camino sólo para apaciguar tus ojos golosos y tus fantasías secretas. No llevamos pantalones de yoga por ti. Los llevamos porque son comodísimos y sienta bien llevarlos.
Y sentimos decirte que estar a gusto en nuestra piel es más importante que lo que vayas a pensar de nosotros. Pero, no nos malinterpretes. Tu opinión nos importa, pero no tanto como podrías haber pensado.
1. Cuidamos especialmente nuestro cabello y maquillaje
Nuestro pelo es algo sagrado para nosotras, y siempre lo hemos cuidado especialmente. Seguimos cuidándolo especialmente para nosotras, y no para ti.
Se necesita mucho conocimiento y habilidad a la hora de peinarnos y maquillarnos con clase, y uno se siente bien cuando descubre esa fórmula secreta.
Las mujeres tenemos una mentalidad diferente cuando se trata de ponernos guapas. Aunque 99% de las veces te haces ver bien sólo para meterte en nuestros pantalones, debes saber que nuestros motivos son un poco diferentes a los tuyos.
2. Nos vestimos para nosotros mismos y no para seducirte
A la hora de vestir, no llevamos faldas, vestidos u otras prendas que acentúan nuestras curvas sólo para seducirte. Nos las ponemos por dos razones. La primera razón es la comodidad, y la segunda es porque tenemos ganas de expresarnos.
Al contrario que tú, tenemos un sentido diferente de la moda, y nos dedicamos a ella por razones distintas. Nos vestimos según nuestro humor, nuestro estado emocional, la época del mes y la disponibilidad de ropa limpia. Y no, no elegimos no llevar sujetador para que puedas mirarnos los pezones.
3. Llevar lencería no sólo está reservado para tus ojos
No llevamos lencería sólo cuando estamos a punto de tener algo de acción. También la llevamos a diario. ¡Sorpresa! Es nuestro secreto femenino, y llevarla nos hace sentir como diosas.
Así que no pienses que lo compramos sólo para que se te caiga la baba. Lo compramos porque nos hace sentir sexy a NOSOTRAS. Nos hace sentir bien en nuestra piel, y no importa de qué humor estemos, es algo que siempre nos alegra el día.
Llevar lencería no sólo está reservado para tu placer. Es algo que hacemos también para nuestro placer, y es nuestra arma secreta que nos hace tener confianza.
4. No vamos al gimnasio para que nos mires fijamente
¡No! No vamos al gimnasio para que te quedes mirándonos mientras hacemos sentadillas. Nuestras prioridades son muy distintas. Vamos porque queremos hacer algo bueno por nosotros mismos. Vamos porque cuidamos nuestro cuerpo, nuestra salud y nuestro bienestar.
Y, créenos, no tiene nada que ver con que estemos haciendo un espectáculo para ti. Mientras que a ti te puede parecer que nos esforzamos por entretenerte, a nosotros nos parece que nos esforzamos por mantener nuestra salud y sentirnos bien.
5. Ser amable contigo no significa que nos gustes al instante
Cuando seamos amables contigo, por favor, haznos un favor y no pienses que nos hemos enamorado de ti al instante. Y por el amor de Dios, ¿desde cuándo ser amable se ha convertido en algo de lo que debemos avergonzarnos sólo porque puedas imaginar cosas en tu cabeza?
Somos amables porque somos amables con todo el mundo, no sólo contigo. Somos amables con los taxistas, las peluqueras, las camareras, nuestro jefe, nuestros colegas, de todo.
¿Y por qué crees que si somos amables contigo significa que nos gustas? La próxima vez que pienses esto, piénsalo otra vez.
6. No tenemos sexo contigo sólo para apaciguarte
El sexo no es algo que se invente sólo para tu placer, y desde luego no lo hacemos sólo para apaciguarte. Lo hacemos porque queremos y porque nos sentimos bien.
Lo hacemos por nuestro propio placer, igual que tú lo haces por el tuyo. Los tiempos en que las mujeres eran tratadas como subordinadas han pasado. Ya no nos avergonzamos de nuestra sexualidad y somos libres de explorar.
Y si decidimos acostarnos contigo, es porque hemos decidido que queremos hacerlo y no porque estemos perdidamente enamorados de ti y queramos hacer cualquier cosa para apaciguarte.