He conocido a mi alma gemela. Me enamoré de él desde el momento en que lo conocí. Éramos perfectos el uno para el otro. Desde el principio, los dos sabíamos que debíamos conocernos y estar juntos.
Nos reímos juntos, lloramos juntos. Era todo lo que siempre había soñado. Pero, por desgracia, no duró tanto...
No podíamos estar juntos. Era imposible que estuviéramos juntos.
No puedo ni empezar a explicar la angustia de conocer a tu alma gemela y perderla poco después.
Cuando por fin me di cuenta de que no había forma de que nuestra situación acabara felizmente, llegué al punto de ruptura en mi vida. Me estaba desmoronando y no podía levantarme. No tenía motivos para seguir adelante porque mi vida no merecía la pena sin él en ella.
Realmente pensé que mi vida había terminado. Pensé que la felicidad me había encontrado y había pasado de largo.
Afortunadamente, me recuperé del horror al que me enfrentaba: el horror de vivir sin él. Conseguí encontrar un propósito y alegría en mi vida una vez más.
Fue duro. Fue un periodo de mi vida lleno de lágrimas y desesperación. Pero cuando se toca fondo, sólo se puede ir hacia arriba. Y mientras tanto, te redescubres a ti mismo y aprendes a apreciar la persona que eres.
Esto es lo que he aprendido después de perder a mi alma gemela:
1. El amor te encontrará de nuevo
La vida continúa. No estás atrapado en el momento. No vas a ser infeliz el resto de tu vida. Tardarás tiempo en curarte. Será difícil seguir adelante, pero lo conseguirás.
Puede parecer duro e imposible en ese momento, pero más tarde, cuando mires atrás, verás que no fue tan malo. Verás cómo esa experiencia te hizo más fuerte y mejor.
La vida sigue, y no puedes detenerla. No puedes hacer nada al respecto.
Tu vida no empezó ni termina con tu alma gemela. Cada día que pasa, te sientes un centímetro mejor hasta el punto en que ya no sientes dolor.
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2. Los recuerdos perdurarán
Nunca te olvidarás de él. No importa cuántos años pasen, siempre tendrás recuerdos. Esta es la parte difícil de dejar ir a tu alma gemela. Cada vez que te sientas triste en tu vida, volverás atrás, imaginando los momentos en los que fuiste feliz con él.
Irás a un lugar seguro cuando tengas tu alma gemela...y será difícil desprenderse de los recuerdos. Pero los recuerdos no pueden perseguirte durante tanto tiempo. Aparecen en los momentos de debilidad y, en cuanto te recuperas, desaparecen.
3. Te convertirás en una persona diferente
Nunca te sentirás igual después de perder a un alma gemela. Una parte de ti desaparecerá con él. Pero eso no es malo. Dejarás ir esa parte de ti como dejas ir a la persona con la que no puedes estar.
Entonces, empieza la reinvención. Entonces aprendes y construyes otra parte de ti misma. Encontrarás cosas que te hagan feliz y llenarás ese gran vacío que tenías después de perderle.
Te convertirás en una versión diferente de ti mismo, incluso mejor. Es porque has crecido y has aprendido mucho desde que te rompieron el corazón. Las cosas se ven mucho más claras ahora porque sabes quién eras y en qué te estás convirtiendo.
4. Eres mucho más fuerte de lo que crees
Cuando nos despedimos, mi mundo se vino abajo. Aún hoy recuerdo ese momento como un gran borrón. Yo era un muerto andante.
Pero no me quedé mucho tiempo en ese estado de ánimo. Seguí adelante porque no tenía otra opción. El tiempo pasaba y yo también tenía que seguir adelante.
Sólo entonces, cuando algo tan grande me golpeó, me di cuenta de que tenía mucha fuerza en mí. Después de sentir tanto dolor y de afrontar semejante pérdida, me levanté y seguí adelante con mi vida. Lo llevaba dentro, y entonces ni siquiera me di cuenta.
5. A veces el amor no es suficiente
Nos queríamos mucho. Pero para nosotros, el amor no era suficiente. Nos conocimos en el momento equivocado de nuestras vidas. Estábamos en diferentes etapas de la vida con una sincronización que no podía estar más desfasada. Tuvimos que separarnos a pesar de que queríamos estar juntos.
Nos queríamos. Estábamos hechos el uno para el otro, pero no nos elegimos. No queríamos comprometernos porque estar juntos haría daño a mucha gente a nuestro alrededor. No podíamos ser tan egoístas.
6. "El elegido" no existe, sólo el más adecuado en ese momento
Éramos almas gemelas, pero eso no significaba que estuviéramos de acuerdo en todo. Nos queríamos y teníamos la sensación de que podríamos querernos hasta el día de nuestra muerte, pero eso no significaba que fuéramos perfectos.
Discutimos porque los dos teníamos opiniones propias. Pero lo bonito es que, a pesar de nuestras diferencias, supimos encontrar el camino de vuelta y entendernos. Hicimos que funcionara.
Nunca conocerás a una persona que sea igual que tú. Nunca conocerás a alguien que no esté en desacuerdo con tus puntos de vista o que no defienda su causa. No tienes por qué ser como esa persona, y eso está bien.
Mucha gente es compatible, pero de formas muy distintas. La cuestión es si encontrarás lo que necesitas de alguien en el momento adecuado. Si lo haces, entonces esa persona es 'La Elegida'.