¿A veces los demás te hacen sentir raro? ¿Tienes la sensación de que te estás perdiendo algo constantemente o de que siempre eres el último en reírte del chiste de alguien?
Si es así, existe la posibilidad de que hayas estado viviendo bajo una roca sin ser consciente de ello.
¿Qué significa realmente "vivir bajo una roca"?
Significa que eres ignorante y no estás al tanto de lo que ocurre en el mundo exterior. Esto no tiene por qué ser necesariamente malo.
Vivir bajo una roca tiene sus pros y sus contras, y eres tú quien debe decidir si este tipo de vida te influye negativa o positivamente.
Hay varias razones para decidir vivir bajo una roca.
Tal vez no tengas tiempo para el mundo exterior porque estás demasiado ocupado en el mundo que has diseñado para ti mismo, o simplemente eres un introvertido y te cuesta socializar y abrirte a cosas nuevas, o tienes miedo de toda la negatividad que pueda influir en tu bienestar.
Si se pregunta si es usted una de esas personas que viven bajo una roca, siga leyendo y seguro que encontrará la respuesta.
10 SEÑALES DE QUE HAS ESTADO VIVIENDO BAJO UNA ROCA
1. Eres exigente con las cosas que te interesan
Participa sólo en aquellas actividades en las que te sientas cómodo.
Tienes una lista imaginaria de cosas que te interesan y nunca has pensado en ampliarla.
Cuando alguien te pregunta cuáles son tus aficiones, tus respuestas siguen siendo las mismas desde hace años.
Tal vez tenga una miedo al fracaso que no serás bueno en algo y eso te impide probar también otras cosas. Inconscientemente limita tus intereses y, con ello, también tus conocimientos.
2. No se te dan bien las cosas básicas
Se te dan bien algunas de las cosas más complejas, como programar, pero no sabes hacer huevos revueltos.
Y esto no te molesta en absoluto porque conoces tus prioridades y no te molestas en aprender algo que no te interesa.
Te contentas con la mediocridad porque no tienes tiempo para mejorar en todos los campos y no sólo en los que te interesan.
3. Teme ser juzgado
La mayor parte del tiempo lo pasas con miedo a que los demás te juzguen por algo que no entiendes o no sabes hacer.
Y por eso eliges sabiamente a las personas con las que te vas a juntar, porque no te sientes cómodo estando con otras que no te entienden.
Te encuentras hablando sólo con aquellos que no te juzgan y estás perfectamente bien con esto, aunque inconscientemente sabes que te estás limitando a la hora de socializar.
4. Finges que entiendes de lo que alguien está hablando
A veces te encuentras fingiendo que entiendes lo que alguien dice o finges reírte de sus chistes.
Lo haces porque temes que se rían de ti si descubren que no entiendes el meollo de la conversación.
A veces te excusas para ir al baño sólo para evitar situaciones potencialmente incómodas si no estás familiarizado con el tema.
Y es entonces cuando empiezas a plantearte por qué no sabes las cosas que se espera que sepas.
5. Nunca cantas en las discotecas porque no te sabes ninguna letra
Cuando se trata de ir de discotecas, basta con bailar y mover los labios para que la gente piense que estás cantando.
Pero, en el fondo de tu alma, rezas a Dios para que se lo crean y no hagas el ridículo delante de la chica o el chico que te gusta.
Y cuando llegas a casa, no te molestas en buscar esa canción en particular que te pareció interesante.
En lugar de eso, sigue haciendo las cosas que se te dan bien, sin importarte lo que los demás piensen de ti si no conoces las canciones que son tendencia.
6. No te preocupan las cosas que son tendencia
Siempre pareces destacar entre la multitud por tu extraño sentido de la moda o del comportamiento. No te molestas en ponerte algo solo porque está de moda.
Sólo compras cosas con las que te sientes más cómodo y nunca te molestarías en comprar algo que ves que tienen los demás.
7. Haces preguntas estúpidas
A veces sorprendes a la gente con tus preguntas que resultan ser estúpidas.
Y puedes ver en sus caras que piensan que eres un lunático o incluso que les estás gastando una broma.
Pero en tu mente, la pregunta parecía completamente normal y no entiendes por qué las cosas que preguntas se consideran estúpidas.
Entonces empiezas a cuestionarlo todo e incluso puede que finjas que sólo estabas bromeando, sólo para aliviar la incomodidad de la situación.
8. Vives en una burbuja
Vives en tu burbuja perfecta y aislada, lejos del resto del mundo, y eres feliz.
No te preocupas por las cosas negativas del mundo real porque no estás preparado para enfrentarte a ellas.
Incluso cuando ocurre algo malo, evitas preguntar por los detalles porque quieres creer que todo va bien y así conservas la felicidad "artificial".
Pero cuando te ves obligado a salir de la burbuja en la que has estado viviendo, te cuesta recuperarte después.
9. Te dan miedo las cosas nuevas
No estás dispuesto a probar un nuevo juego que acaba de salir o a ver esa película de la que todo el mundo habla.
Tienes tu propia rutina y no te importan las cosas nuevas ni los retos.
Cuando recibes una invitación de un amigo para ir a hacer algo nuevo y emocionante, la rechazas al instante, sin preguntar siquiera de qué se trata.
10. No ves la televisión ni ningún otro medio de comunicación
Sólo ves tu serie favorita en repetición, aunque ya la hayas visto cinco veces.
Te horroriza todo lo que muestran en la televisión y por eso has abandonado por completo la idea de relajarte frente al televisor.
Cuando alguien te propone ir a ver una película, ni te planteas darle una oportunidad porque eso significaría que tienes que renunciar a tu serie favorita.
CÓMO DEJAR DE VIVIR BAJO UNA ROCA
1. Leer, leer y leer más
La lectura ampliará tu vocabulario y enriquecerá tus conocimientos.
Pero asegúrate de no leer sólo cosas que te interesen. Lee sobre todo lo que hay en el mundo, lee sobre las cosas más triviales si es necesario y te irá bien.
2. Ver tutoriales
Si no estás seguro de cómo hacer algo, siempre puedes ver tutoriales.
No renuncies a hacer algo sólo porque creas que no eres competente haciéndolo.
Mira tutoriales a diario y aprenderás mucho sobre distintas cosas, además de mejorar tus conocimientos actuales.
3. Estar abierto a lo nuevo
Intenta salir de tu burbuja y estar abierto a nuevas experiencias y cosas emocionantes de la vida.
Cuando alguien te invite a hacer algo diferente, no pongas excusas de que no tienes tiempo o que estás demasiado ocupado haciendo otra cosa.
Siempre hay que estar abierto a lo nuevo, porque esa es la clave para mejorar y pensar con originalidad.