1. No se toleren

No necesitas tolerar a tu pareja. Te contaré una anécdota: cuando mis padres se casaron, mi padre le dijo a mi madre: "Querida, no necesitas tolerarme, porque seguro que yo no te tolero a ti". (Hoy son una pareja felizmente casada, y se quieren mucho, te lo aseguro). Esta clave te asusta un poco, ¿verdad? Pero, ¿por qué querrías tolerar el comportamiento de alguien sólo porque le quieres? QUIÉRETE A TI MISMO. Y al hacerlo, amarás aún más a tu pareja.

2. ¿Se NECESITAN mutuamente o se DESEAN mutuamente?

Esta puede ser difícil. Al necesitar que alguien esté en tu vida, dejas que te controle. ¡No hagas eso! Lo único que realmente necesitas es oxígeno. Por duro que pueda sonar, al querer que alguien esté en tu vida, toda tu perspectiva cambia y nada se vuelve demasiado difícil de hacer por tu ser querido. Es porque QUIERES hacerlo, no porque NECESITES la aprobación.

3. LA EMPATÍA ES LA CLAVE

Con "empatía" no me refiero a la preocupación excesiva por tu pareja. Me refiero a la forma en que le miras cuando cancela su "noche de cita" porque tiene mucho trabajo y, en lugar de decirle histéricamente que necesitas tu "noche de cita", tu tiempo juntos, le dices que lo entiendes y que quieres ayudarle si puedes. Muestra empatía y ayúdale.

4. ¡Abrázalo! ¡Quiérele! ¡ESTATE A SU LADO!

Las chicas somos seres tan delicados, pero también tan egoístas. Queremos toda la atención, todos los ositos de peluche, todo el chocolate y podemos olvidarnos de lo increíble que es nuestra pareja. La próxima vez que llegue a tu puerta, no le preguntes: "¿Qué tal estoy?" o "Cariño, ¿soy guapa?". ¡NO! En lugar de eso, antes de que diga nada, tómate un momento para admirarle y dile: "¡Vaya! Estás muy, muy guapo". Incluso un simple "¡Estoy tan contenta de tenerte en mi vida!" puede hacer milagros. ¡Mírense como regalos!