Ojalá pudiera decir que me alegro de haberte conocido, pero sería mentira. Al contrario, a veces desearía no haberte conocido nunca.
En cualquier caso, es lo que es, y ahora estoy aprendiendo a vivir con tu recuerdo en el fondo de mi mente, esperando que de alguna manera deje de existir.
Todas las noches sin dormir, ¿para qué? Otra decepción y otro nuevo comienzo, empezar de cero.
¿Cómo dejar ir algo que definió tu vida durante tanto tiempo? ¿Cómo hacer las paces sabiendo que lo que creías que era real de repente ya no lo es?
Me trajiste tanto dolor y me dejaste sola y confundida. Perdí toda dirección en mi vida porque estaba tan inmersa en hacerte feliz.
Olvidé quién era sin ti y, cuando te fuiste de mi vida, me di cuenta de repente. Necesitaba encontrarme a mí misma de nuevo.
No quiero verte como un enemigo, pero sí como el héroe de mi propia vida.
Por un momento tuve miedo de no volver a ponerme en pie, pero ahora sé que lo haré.
La vida es un viaje impredecible y yo siempre he sido un trotamundos. Siempre he sentido demasiado, pero nunca me he rendido. Eso no se puede cambiar.
Ni siquiera después de todo lo que me hiciste pasar. Ni siquiera cuando me hiciste daño intencionadamente. Ni siquiera después de todas las cosas imaginarias de las que me culpaste.
Siempre vi lo bueno en ti. Aún lo hago... pero ya es hora de que te cuides y de que yo me preocupe por mí.
Esa es la lección que la vida me enseñó a través de ti. No puedes cambiar a alguien si él mismo no quiere cambiar, por mucho que lo intentes.
Cada uno es responsable de sus propios actos y ninguna empatía hará que alguien vea sus propios defectos cuando pone tanta energía en evitarlos y culpar a los demás.
No es mi responsabilidad salvarte. No es mi responsabilidad mantenerte entretenido y feliz.
Nunca me había dado cuenta, pero ahora sí.
La única manera de crecer es mediante la autorreflexión y la humildad, equilibrando nuestro ego y nuestras emociones.
El ego no siempre es malo, porque está ahí para protegernos. El problema es cuando se hace tan grande que no hay espacio para nada más que el ego.
Es entonces cuando la falta de autorreflexión te hace ciego a los sentimientos y necesidades de los demás.
Por eso tuve que cuidar de ellos yo sola. Por eso me prometí que cambiaría mi vida a mejor, aunque eso significara vivir sin ti.
No haré de nuestra historia un ejemplo de fracaso, sino de una lección de vida que tenía que suceder para que vinieran cosas buenas.
No haré de nuestro amor una tragedia, sino un aprendizaje.
Esta lección requiere amor propio y valentía, y yo estoy aquí para ello.
Estoy aprendiendo poco a poco a quererme por todo lo que soy. Estoy aprendiendo a perdonarme y a darme una segunda oportunidad.
Sé que merezco amor verdadero y atención pura, y no aceptaré nada menos.
Sé que el amor que doy puede serme devuelto de la misma manera.
Y, sobre todo, sé que soy suficiente tal y como soy.
Luché durante tanto tiempo para aceptarme y ahora por fin empiezo a ver lo bueno que hay en mí. Irónicamente, fue sólo después de que ya no estuvieras aquí.
Me niego a volver a poner mi felicidad en manos de otras personas.
Ahora que sé que mi vida está en mis manos, estoy dispuesta a hacer algo grande con ella.
Estoy listo para empezar de nuevo y pensar en ti como alguien que me ayudó a llegar allí.
Como he dicho antes, la vida es un viaje impredecible, pero estoy decidida a hacerlo lo mejor posible.