Querido tú,
Ahí estás, pensando mal de ti mismo. Viéndote como alguien que no merece caminar por esta tierra.
Viéndote a ti mismo como alguien que no tiene ninguna razón para continuar esta vida cuando todo lo que has conseguido en esta vida ha sido dolor.
Ya no tienes fuerzas para luchar porque todo por lo que has pasado te ha agotado.
Cuando te miras al espejo, lo único que ves es una persona cansada que no sabe cómo continuar. ¿Sabes lo que yo veo? Veo a un guerrero.
Veo a una persona que ha pasado por un infierno, pero también a una persona que ha vivido un infierno.
Vivido. Estás vivo. Esa es tu mayor señal de que nada ha terminado aún.
Paulo Coelho decía que la vida tiene muchas formas de poner a prueba la voluntad de una persona, ya sea haciendo que no ocurra nada o haciendo que ocurra todo a la vez.
Contigo, fue este segundo caso. La vida te lo echó todo encima y te lo echó todo de golpe. Como si te pusiera a prueba, para ver si eres lo bastante fuerte para resistir la tormenta.
Con todas las cosas que la vida te ha ido deparando, te ha costado mucho hacer que las cosas funcionen para ti.
En algún momento, te paraste a echar un vistazo a tu vida y no te gustó lo que viste. Porque era demasiado para manejar.
No había ni rastro de luz a la vista, sólo días oscuros que se sucedían uno tras otro, sin dar nunca esperanzas de que acabaran.
Pero ninguna tormenta dura para siempre. Sea cual sea el motivo de la tormenta, no dura para siempre.
Y lo que tienes que hacer es aferrarte a las cosas hasta que acabe la tormenta o, mejor aún, aprender a bailar en la tormenta. Porque si quieres ver el arco iris, tendrás que aprender a amar la lluvia.
Nada en la vida es lo que parece al principio. Sé que te ves como una persona que no es lo suficientemente bueno.
Sé que piensas que te han traído a este mundo para sufrir y nada más, pero te equivocas. La vida sólo te está haciendo pasar por el infierno, para que sepas apreciar el cielo.
Te han hecho daño demasiadas veces, probablemente la mayoría sin merecerlo. Te han hecho daño las personas que pensabas que no harían nada en su vida para hacerte llorar, pero sin embargo lo hicieron.
Confiaste en ellos y tu confianza se rompió. Pero hay un lado positivo si decides verlo. Las personas que te hicieron daño te enseñaron en quién puedes confiar y en quién no, y depende de ti lo que vayas a hacer con esa lección.
Lo peor del infierno por el que has pasado es el hecho de que te volviste demasiado bueno para las despedidas. Nadie en esta vida debería acostumbrarse a ver cómo la gente se marcha constantemente de su vida y, sin embargo, tú lo has hecho.
Pero quiero que sepas una cosa. No todas las personas que entran en tu vida están destinadas a quedarse. No todas las personas que quieres que se queden serán buenas para ti.
A veces lo que ves como una maldición es en realidad una bendición disfrazada. Así, todas las personas que se han marchado de tu vida son las que en realidad no merecían seguir en ella.
Sé que has pasado por un infierno, pero nunca debes permitir que tus heridas te conviertan en una persona que no eres. Nunca debes desesperarte por las cosas que pasaron en el pasado.
Sí, la vida ha sido dura contigo, pero tienes que recordar lo que el viejo dicho de oro nos enseña sobre la vida: Nunca un fracaso, siempre una lección.
La tragedia depende de cómo la veas. Si eliges ser una víctima del mundo, cualquier cosa que te ocurra alimentará ese lado oscuro de tu alma, en el que te consideras agraviado, sufriente, culpable y merecedor de castigo. Si eliges ser un aventurero, los cambios -incluso las pérdidas inevitables, ya que en este mundo todo cambia- pueden causarte cierto dolor, pero pronto te impulsarán hacia adelante, obligándote a reaccionar. - Paulo Coelho
Mantente firme y ríete de tu dolor. Ríete porque, aunque quería destruirte, te ha hecho más fuerte.
Al final, tú eres el ganador, pero sólo lo eres si eliges serlo.
Créeme cuando te digo que este no es el final del camino. Todavía no. Porque has pasado por un infierno y ahora lo mejor está por llegar.
Así que, deja que el dolor se vaya. Has cruzado la parte más dura del camino. Ahora es el momento de las cosas buenas. No tengas miedo de abrazarlas.
Lo creas o no, tú también mereces ser feliz. Y lo serás.
La clave es no rendirse ante la vida. Ten paciencia. Tu momento está por llegar.