"Disfruta de las pequeñas cosas, porque un día puede que mires atrás y te des cuenta de que fueron las grandes". - Robert Brault
Sí, todos lo hemos oído un millón de veces: "¡Tienes que aprender a disfrutar de las pequeñas cosas!". Sí, lo sabemos, lo sabemos... Pero es difícil, ¿sabes?
Con todo lo que ocurre en nuestras vidas, tendemos a perder de vista las pequeñas cosas y empezamos a pensar en las grandes.
Así que...
¿Por qué dejamos de disfrutar de las pequeñas cosas de la vida?
Cada uno de nosotros piensa en su vida de una manera diferente. Fijamos objetivos, establecemos prioridades y luchamos contra todos los problemas para acabar disfrutando de la realización de nuestros planes.
¿Qué ocurre mientras tanto, mientras luchamos por hacer realidad nuestros sueños? Bueno, la vida pasa.
El tiempo pasa y en nuestro día a día ocurren muchas pequeñas cosas bonitas, de las que nunca nos damos cuenta o no nos tomamos el tiempo de disfrutar.
Un día, una persona se despertará y se dará cuenta de que su sueño no le hace tan feliz como pensaba.
Perdieron todo este tiempo persiguiéndolo y se saltaron las pequeñas cosas que estaban ahí todo el tiempo, listas para encantarles.
Cuando estemos atascados y nos sintamos insensibles, como si ya nada nos hiciera sentir bien, deberíamos pararnos a oler las flores. Sí. No permitas que los pensamientos negativos se cuelen y te desesperen.
Permítete disfrutar de todo lo que te rodea. Hay tantas cosas bellas.
¿Cómo hacerlo?
5 pasos para volver a disfrutar de las pequeñas cosas
1. Empieza a vivir el momento
"Aquí estamos, atrapados en el ámbar del momento. No hay por qué". - Kurt Vonnegut
En el mundo en que vivimos, nos sentimos obligados a hacer planes para el futuro. Parece bastante irresponsable que una persona deje de preocuparse demasiado por sus objetivos y empiece a pensar más en todas las formas en que podría ser disfrutar de la vida en ese mismo momento.
Rompe este ciclo tóxico. Sí, puedes tener sueños y esperanzas. Sí, debes ir a por ellos. Pero de ninguna manera debes dejar que controlen tu vida en el presente.
A veces tenemos que sacrificar algunas cosas de nuestra vida cotidiana para hacer sitio a algo más grande en nuestro futuro. Pero no te permitas tomar esas decisiones todo el tiempo.
Toma la decisión consciente de empezar a vivir la vida y disfrutar del momento presente, tal y como es.
2. Estar atento a las cosas sencillas
"Bienaventurados los que ven cosas bellas en lugares humildes donde los demás no ven nada". - Camille Pissarro
Hay tantas cosas sencillas en nuestro entorno que pueden hacernos tremendamente felices si empezamos a fijarnos en ellas.
Tienes que hacer un esfuerzo para empezar a prestar atención conscientemente a las cosas sencillas de tu vida y apreciarlas.
¿Dormiste bien anoche? Agradécelo. ¿Fuiste a la panadería y tenían tu galleta favorita? Agradécelo.
Tu salud mental y física son cosas por las que nunca debes dejar de estar agradecido. Las personas sanas dan por sentada la salud, pero tú siempre debes ser consciente y estar agradecido por estar sano.
3. Muestra gratitud por las pequeñas cosas
"El verdadero regalo de la gratitud es que cuanto más agradecido estás, más presente te vuelves". - Robert Holden
Cuando alguien haga algo por ti, por sencillo que parezca, muestra tu gratitud. ¿El repartidor de pizza te ha entregado la pizza superrápido? Dale las gracias.
¿Tu abuela puso flores frescas en la mesa para que te sintieras bienvenido? Muéstrale tu agradecimiento.
Sé agradecido por el buen tiempo; agradece también la lluvia porque alimenta nuestra tierra y nos da comida. Agradece tener un poco más de tiempo por la mañana para tomarte el café tranquilamente. La lista es interminable.
4. Elogiarse por las pequeñas cosas
"Siempre estás contigo mismo, así que mejor disfrutar de la compañía". - Diane Von Furstenberg
Hay muchas cosas sobre ti que ni siquiera notas en un día normal. Eres un cocinero increíble.
Eres muy amable con la gente. Siempre pides perdón cuando cometes un error. Te ves glorioso de rojo.
En serio, cualquier pequeña cosa sobre ti que sea asombrosa o diferente de alguna manera debe ser reconocida. Permítete tener pensamientos positivos sobre ti y no restes importancia a algunos rasgos o características solo porque te parezcan pequeños.
Quiérete sin condicionesy; pasarás el resto de tu vida contigo.
5. Elogiar a los demás por las pequeñas cosas
"Estamos preparados para los insultos, pero los cumplidos nos dejan desconcertados". - Mason Cooley
Haz lo mismo con los demás. Intenta ser consciente de las pequeñas cosas increíbles de los demás, ¡y díselas!
Al principio puede parecerte una tontería, pero cuando veas lo felices que se ponen las personas cuando las alabas por sus "pequeñas" virtudes, lo harás siempre.
Esta positividad que estarás aportando a la vida de los demás se contagiará también a la tuya. Demostrarle a alguien que le aprecias por las pequeñas cosas hará mucho.
En primer lugar, les hará felices a ellos y a ti. En segundo lugar, les inspirará a hacer lo mismo por los demás, haciendo que mucha gente sea más positiva y feliz con su propia vida.
10 áreas en las que puede empezar a disfrutar de las pequeñas cosas
1. La respiración es esencial, empieza a disfrutarla
Nadie piensa en respirar. Bueno, algunas personas sí lo hacen. Todo ejercicio o técnica de meditación va acompañado de una acción esencial: ser consciente de la respiración.
Concéntrate en tu respiración. Te sorprenderá la cantidad de placer que te proporcionará.
Piensa que el aire que inhalas se propaga por tu cuerpo y te mantiene con vida.
Es un momento de alegría sobrecogedora, tomar conciencia y apreciar algo que has estado haciendo toda tu vida -24 horas al día, 7 días a la semana, desde el momento en que naciste hasta este mismo instante- y que, sin embargo, casi nunca te has dado el tiempo de pensar en ello y disfrutarlo.
2. Descansar siempre es un placer, llévalo a otro nivel
También puedes utilizar la respiración para descansar. Es muy relajante. Todos necesitamos descansar. Aparta la vista del móvil y no enciendas la tele esta vez. No, no necesitas ver lo que ha puesto tu bloguero favorito.
Necesitas descansar. Siéntate o túmbate donde te sientas más cómodo y piensa en cómo se va liberando la tensión de tus músculos.
Haz algo más. Enciende una vela, enciende el difusor de aceites esenciales. Pon música suave y regálate tiempo para disfrutar de verdad de tu descanso.
Lo que me gusta hacer -y puede que sea un poco raro, pero juro que funciona- es pensar detenidamente en algo que he estado haciendo (trabajar todo el día o algo así) o incluso imaginar algo que nunca he hecho (como cortar leña u otra actividad agotadora), y luego pensar en la dicha de descansar que estoy haciendo en ese preciso momento.
Imaginar que no tengo la oportunidad de descansar me da mucho más placer al hacerlo.
3. Disfruta de las pequeñas cosas con tu familia y amigos
Probablemente reconozca a su familia y amigos como la mayor fuente de su felicidad. Pero piénselo. ¿Disfrutas realmente del tiempo que pasas con ellos?
¿Sigue su rutina diaria sin prestarles demasiada atención?
Tómate tu tiempo para apreciarlos. Presta atención a sus vidas y a las cosas por las que están pasando. Involúcrate. Pasa tiempo con ellos haciendo cosas.
Incluso hacer las tareas domésticas juntos con la música a todo volumen puede convertirse en un momento de unión increíble.
Si tienes hijos, disfrútalos. En serio, hazlo. Míralos dormir, pasa todo el tiempo que puedas abrazándolos y jugando con ellos. Ellos te necesitan, pero tú también los necesitas a ellos.
4. Deja que brille el hedonista que llevas dentro: Disfruta de la comida y la bebida
Puedes disfrutar de todo lo relacionado con el proceso de elaboración de los alimentos. Cultivar tu propia fruta o verdura o pasear por el mercado y elegir las mejores piezas puede resultar muy gratificante.
Seguir recetas deliciosas o, mejor aún, inventar las suyas propias y preparar las comidas y bebidas más deliciosas de la historia le ayudará a ponerse en contacto con el hedonista que lleva dentro.
Si eres de los que hacen de anfitrión, organiza pequeñas reuniones para tus amigos y familiares y prepárales una comida.
Si prefieres comer por tu cuenta, date un capricho. Cree un ambiente que envidiaría hasta el restaurante más prestigioso y disfrute de sus comidas, bocado a bocado.
Consejo extra: Intenta dejar el teléfono en paz en momentos como éste. Marca la diferencia.
5. Incluso tu ropa puede hacerte feliz
Comprar ropa o combinar distintos conjuntos es una de las formas que tenemos de mostrar al mundo quiénes somos en realidad. En cierto modo, es el arte del simbolismo, que nos permite escoger entre muchas formas y colores y elegir los que mejor se adaptan a nuestra personalidad.
Llevar una determinada combinación de ropa puede alegrarnos el día e incluso hacernos sentir como alguien completamente diferente y nuevo.
Disfruta de tu ropa limpia y recién lavada o de los suéteres suaves y voluminosos que abrazan tu cuerpo a la perfección. Es algo en lo que mucha gente no tiene la oportunidad de pensar siquiera, así que agradece poder tener y elegir la ropa que adoras.
6. Encuentra la emoción que necesitas en tu conexión con otras personas
Esto da para mucho. Desde mirar fijamente a un desconocido en el metro hasta compartir conexiones significativas con las personas de nuestra vida, el vínculo que tenemos con otros seres humanos es muy importante.
Asegúrate de cuidar tus relaciones y dejar que crezcan. Los demás están ahí para hacernos sentir aceptados, fuertes e importantes. Nosotros deberíamos hacer lo mismo por ellos.
Invierte siempre tu tiempo y energía en las pequeñas cosas que preocupan a los demás. Todo cuenta, desde una cálida sonrisa hasta una sopa de pollo recién hecha llevada a un amigo enfermo.
Intenta comprender a los demás y disfruta teniéndolos en tu vida.
7. Disfrutar de la música
Bueno, sí, por supuesto. Esto es obvio, pero a veces me olvido de ello. Pasan los días y no se me ocurre poner una canción, ni una sola vez.
Sea cual sea el tipo de música que te guste, intenta que sea un hábito escucharla lo más a menudo posible.
Si sientes que no te sobra el tiempo, intenta que forme parte de tu trayecto al trabajo, o pon música mientras cocinas o limpias para no "perder" el tiempo que necesitas para hacer las cosas que hay que hacer.
La música es una de las pocas cosas que te hacen sentir como tú, y te ayudan a profundizar en tus emociones al tiempo que te permiten liberarte por completo.
Si puedes, añade un poco de baile. Sienta de maravilla.
8. Deleitarse con libros y películas
La lectura puede ayudarte a vivir muchas vidas fuera de la tuya. Para enriquecer tus conocimientos y tu comprensión del mundo y de los seres humanos, pero también para disfrutar de historias sobre distintos tipos de vidas que nunca podrás vivir... ¡lee!
Puedes aprender mucho, pero sobre todo te proporciona tu propio tiempo de relax especial en el que no haces otra cosa que sentarte a leer. Crea un pequeño rincón de lectura si eres un fanático de la lectura y disfruta de cada momento.
Para los que no les guste leer, están las películas. No las veas sólo para perder el tiempo.
Piensa en la trama, los personajes y el mensaje de la película. No olvides disfrutarla.
9. La naturaleza puede ser abrumadoramente bella y relajante.
¿Has visto alguna vez una hermosa puesta de sol? ¿Alguna vez te has sentado a observar cómo se mueven las hormigas y hacen un trabajo tan terriblemente importante para ellas pero tan minúsculo para ti?
¿Cómo te hace sentir? Todo en la naturaleza es hermoso. Piensa en los olores: la lluvia, las flores, la hierba recién cortada... Increíble, ¿verdad?
Dedica todo el tiempo que puedas a la naturaleza. Mira los árboles o siéntate en la tierra y tócala, pensando en todo lo que crece y nutre.
Haz excursiones por la naturaleza si puedes, y aléjate de la tecnología todo lo que puedas.
10. Disfruta de las pequeñas cosas de tu propia casa
Acabas de comprar sábanas nuevas y las has lavado. Huelen muy bien. DISFRÚTALO. Tu habitación tiene unas vistas preciosas. No es perfecta, pero hay algunos árboles y una encantadora vista de la puesta de sol... DISFRÚTALA.
Hay un millón de pequeñas cosas en nuestras casas de las que podemos deleitarnos, como lo cómoda que resulta nuestra manta favorita o ese lugar de la mesa que siempre elegimos.
Mucha gente ni siquiera tiene un techo y nosotros tenemos tanto, tanto.
Agradece tener una casa y todo lo que hay en ella que te hace la vida más fácil o más feliz.
Por último, pero no menos importante...
Cuenta tus bendiciones. Alégrate de estar vivo. Vive plenamente y con atención. Reúne a tus seres queridos y comparte con ellos la alegría de vivir. El tiempo pasa y no prestar atención a las pequeñas cosas te dejará con el corazón vacío.
Crea un diario de gratitud y ve anotando todo lo que te llame la atención, te impresione y te encante.
Sé consciente de todo lo bueno que tienes y recuérdate que la felicidad no consiste en las cosas que nos ocurren, sino en nuestra percepción de ellas.
Una cosa más... no olvides disfrutar de las pequeñas cosas.